El funcionamiento de la zona neurálgica de Central demostró ser crítico ante Quilmes. Tan es así que el mediocampo permaneció durante todo el primer período en terapia intensiva. La fórmula para erradicar la intermitencia y potenciar la creación no fue hallada por el momento. Apenas hubo una prueba satisfactoria en el laboratorio. Y con actores que por ahora ocupan un rol secundario como Fernando Barrientos y Pablo Becker. Las características de los elegidos por Miguel Angel Russo para la primera cita dejaron una imagen sepia, pese a que el triunfo fue lo más ponderado y colorido en el Gigante.
Está claro que hay profesionales bajo la lupa de la observación. También es verdad que necesitan aportar cuanto antes ese plus que le ve el técnico, pero no fue expresado en cancha, al menos en el estreno. Antonio Medina, delantero por naturaleza y devenido volante derecho, no reúne los requisitos elementales para ponerse el equipo al hombro o tener la pelota para manejarla con claridad y distribuirla porque no está en su sangre ese tipo de juego. Lo suyo es otra cosa. Además de la entrega y guapeza, Tony es de ir y abrir las bandas.
Damián Musto tuvo su debut con la casaca canalla ante el cervecero por la lesión muscular de Hernán Encina. Se movió delante de los defensores y no mostró mucho. En Olimpo de Bahía Blanca tuvo un rendimiento relativo, aunque deberá certificarlo en Arroyito.
Nery Domínguez intentó jugar más adelantado. Más suelto. Lo que hacía Jesús Méndez en su momento. Pero el hecho de tener buena técnica no le otorga licencia para ser el guía por más que se esfuerce o muera en el intento. Su mejor versión fue en la B Nacional. Todavía debe hacer pie en el fútbol grande. Tiene con qué. Y eso es altamente positivo. No obstante, habrá que ver si tiene hilo en el carretel para conducir o habilitar a los delanteros.
A Jonás Aguirre le toca bailar con más complicada. Debe suplir a Federico Carrizo, quien emigró a Boca Juniors. Al menos en cuanto a la posición dentro de la cancha. En su interior debe tener en claro que está ante la gran oportunidad de asentarse en el equipo. Lo suyo fue flojito el viernes pasado. No puede regalar más oportunidades porque al tren de las chances se le terminan los vagones.
Por eso habrá que seguir con atención en el transcurso de los días si el entrenador decide realizar alguna otra variante para jugar el próximo domingo frente a River en el Monumental, más allá de la que hará de Tomás Berra (ver aparte), teniendo en cuenta que la línea media no funcionó como se espera de movida. Recién se activó cuando pisaron el Gigante de Arroyito Fernando Barrientos y Pablo Becker.
Es que no sería ilógico que ante el millonario se vea algún cambió táctico. Al menos eso indica la lógica si se tiene en cuenta que el mediocampo aún dista de ser el ideal, independientemente de que el entrenador sabe perfectamente lo que pueden dar cada uno de sus dirigidos. Sin dudas, Central necesita tener creatividad y un conductor.