Santos (Brasil).- Una fiesta “a lo grande”, comandada por el
propio “rey del fútbol”, Pelé, saludó este lunes el regreso del delantero Robinho,
quien buscará afianzar en su primer equipo, el Santos, su lugar en la selección que buscará el
“hexacampeonato” en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010. El jugador de 26 años
regresó al Santos como si fuera un “regalo del cielo”, a bordo de un helicóptero que
aterrizó en el centro de la cancha en el estadio Vila Belmiro, recibido con fiesta y aplausos por
unos 4.000 aficionados, que accedieron a las gradas mediante la donación de alimentos para las
víctimas del terremoto en Haití.
Acompañado durante todo el tiempo por “O Rei” -quien alguna vez lo apuntó como su
sucesor-, Robinho dio la vuelta olímpica por la cancha, brindó el público sus famosos malabarismos
con la pelota y luego vistió la camiseta número siete, con la que debutará a más tardar el domingo
próximo, cuando el Santos se medirá con el poderoso Sao Paulo por el Campeonato Paulista.
Al agradecer el homenaje de la hinchada, Robinho prometió volver a sacudir el estadio con sus
famosas “pedaladas”, que lo hicieron famoso en Brasil y lo llevaron a trasladarse a
Europa a fines de 2005, y aseguró: “Para mí, jugar por el Santos ha sido siempre un motivo de
orgullo”.
Desde que se trasladó a Europa, a fines de 2005, fichado por el Real Madrid, Robinho no logró
repetir las brillantes actuaciones que encantaron a aficionados y a expertos en el Santos. Tuvo un
desempeño apagado en el Real Madrid, que en 2008 permitió su traspaso al Manchester City inglés,
por una suma de 32,5 millones de libras esterlinas, que en aquél entonces eran equivalentes a unos
61 millones de dólares.
Sin embargo, Robinho tampoco logró cumplir con las esperanzas en él depositadas por el club
inglés: en esta temporada Robinho sólo comenzó ocho veces en el once inicial y ha luchado por estar
en el equipo titular porque necesita la práctica para el Mundial. Insatisfecho por las frecuentes
ocasiones en las que debió permanecer en el banquillo, Robinho logró convencer a los dirigentes del
Manchester City de cederlo a préstamo al Santos hasta agosto próximo.
“El buen hijo siempre vuelve a casa. Es una alegría muy grande tenerlo acá en Vila
Belmiro. Espero que el paso de Robinho no se limite a unos pocos meses, y que él pueda quedarse por
más tiempo”, festejó Pelé, quien se manifestó convencido de que el regreso a Brasil le
permitirá a Robinho brillar como antes y conquistar un puesto de titular en la selección
“canarinha” comandada por Carlos Dunga. “Sólo el Santos tiene al rey y al
príncipe. Espero que esta alegría de hoy no sea exclusivamente de los santistas, sino también del
pueblo brasileño, que verá a Robinho brillar en la selección brasileña”, afirmó.
Robinho fue titular absoluto del ataque de Brasil durante gran parte del año pasado, y en esa
condición participó en la conquista del bicampeonato de la Copa Confederaciones 2009, en Sudáfrica.
Sin embargo, su puesto parece hoy seriamente amenazado por la impresionante recuperación del
“Emperador” Adriano, quien desde el año pasado es la estrella más brillante del
Flamengo.
Además, el jugador de 26 años enfrenta la competencia de otros delanteros que se han destacado
en Brasil en los últimos meses, como los artilleros Fred, del Fluminense, y Dodó, del Vasco da
Gama, quien protagoniza este año un brillante retorno a las canchas tras cumplir seis meses de
suspensión por doping. (DPA)