River Plate y Gimnasia y Esgrima igualaron 2 a 2, en el estadio Monumental, en un partido
correspondiente a la novena fecha del torneo Clausura, en el que el equipo platense estuvo más
cerca de la victoria, al punto que la mereció holgadamente.
Los goles del partido los marcaron Roberto Sosa y Juan Cuevas, de penal, para Gimnasia,
mientras que Mauro Díaz y Diego Barrado señalaron los tantos de River.
River salió a jugar en el estadio Monumental sabiendo que una victoria lo dejaría cerca de
Vélez, único puntero del torneo Clausura, y también teniendo en cuenta que el próximo rival por el
certamen local es nada menos que Boca.
Todo esto perjudicó en el arranque del partido a los jugadores locales y fue aprovechado por
los hombres de Gimnasia y Esgrima La Plata, que manejando la pelota provocaron que River sea un
manojo de nervios.
Y lo que sucedía dentro del campo de juego se trasladó a las tribunas, porque los hinchas
comenzaron a hostigar a sus propios futbolistas, algo que resultó más perjudicial para el equipo de
Núñez.
Entonces, cada vez que Gimnasia cruzaba la mitad de cancha daba la sensación que podía
convertir, por lo endeble de la defensa local y por la efectividad que mostraba el conjunto
platense.
“El domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, cantaban los
hinchas de River, olvidándose que primero debían vencer a Gimnasia.
De a poco los dirigidos por Leonardo Madelón se hicieron dueños de partido, generando
situaciones de gol y complicando mucho a Daniel Vega, el arquero elegido por Néstor Gorosito para
el partido de hoy y para el superclásico del domingo que viene.
River jugó tan mal el primer tiempo que recién llegando a la media hora de juego tuvo un
remate franco al arco y fue a través de Cristian Villagra, un lateral, algo que muestra como es
este presente futbolístico del conjunto “millonario”.
Por eso, a nadie en el estadio Monumental le sorprendió que Gimnasia pasara a estar en
ventaja, luego de que Sosa, el autor del gol, le ganara primero a Gustavo Cabral con su cabeza y
luego con los pies, dejando tirado al zaguero dentro del área, para después definir con gran
categoría contra un palo.
Si River estaba nervioso con el 0-0, con la desventaja se acrecentaron aún más sus problemas,
al punto que en los diez minutos finales de la etapa inicial no generó una sola chance para
empatar.
El final del primer tiempo se produjo bajo una catarata de insultos y silbidos para los
jugadores de River, en medio de un nerviosismo general.
Pero en el segundo tiempo todo cambió. Porque River tuvo otra actitud, comenzó a jugar
pensando en Gimnasia y no en Boca y pese a no jugar bien tuvo otra presencia en la cancha.
Gracias a eso pudo empatar y luego pasar al frente en el marcador: igualó con una aparición
del juvenil Mauro Díaz, quien aprovechó un rebote que dejó Gastón Sessa luego de un remate de
Falcao y minutos después Barrado, de primera, mandó al fondo de la red un buen centro de Villagra.
Sin embargo a este River todo le cuesta mucho, porque un minuto después de ponerse en ventaja
Paulo Ferrari le cometió un penal a Juan Cuevas y el delantero de Gimnasia desde los doce pasos
estableció una nueva paridad.
Con el 2-2 River volvió a parecerse al del primer tiempo, siendo superado por Gimnasia, que
no se fue del estadio Monumental con los tres puntos por su impericia a la hora de definir y porque
Vega salvó al equipo de Núñez en dos oportunidades.
En los minutos finales el arquero de River, a la postre la figura de la cancha, salvó al
equipo pero igual el conjunto “millonario” tuvo sus chances para ganar, provocando que
el final sea electrizante.
La igualdad dejó mal a los dos, porque River necesitaba ganar para acercarse al puntero
Vélez, y a Gimnasia, que antes del partido hubiera firmado el empate pero por cómo se dio el juego
se quedó con bronca debido a que mereció llevarse los tres puntos de estadio Monumental.