Una de las primeras preguntas de la conferencia de prensa que brindó Juan Román Riquelme luego del
entrenamiento en Casa Amarilla se refirió a su presencia en un evento organizado por barrabravas
del club en Luján, provincia de Buenos Aires.
"A la gente de Luján le mando un saludo muy grande, les estoy agradecido porque me trataron
muy bien. Me parecía normal que tenía que ir. A mí no me interesa si es hincha ni quién es el que
invita", respondió, seco, el mediocampista. Luego siguió contestando preguntas relacionadas al
partido contra San Lorenzo del próximo sábado.
Hasta que un periodista volvió sobre el asunto. "¿Si la invitación viniera de un
narcotraficante también irías?", le consultó. A lo que Román se desentendió y replicó: "Qué importa
quién me invitó. Me invitaron a un lugar para ayudar a unos chicos que necesitaban una silla de
ruedas, ¿cómo no voy a ir? ¿Tan difícil de entender es?", se preguntó.
El periodista insistió y se encontró con un "no quiero hablar de eso" de parte de Riquelme,
seguido de un silencio que pareció eterno. "No me contestaste la pregunta, pero gracias igual", se
despachó el reportero.
Con respecto al próximo compromiso del equipo de Carlos Ischia, calificó el choque ante San
Lorenzo como "una final", aunque aclaró: "El clásico nuestro es River, y el de San Lorenzo es
Huracán".
Luego se mostró confiado en las posibilidades de Boca. "Estamos muy seguros del equipo que
tenemos", indicó. "Vamos a salir a atacar, Ischia nunca nos va a mandar para atrás", agregó.
"El campeonato ha sido bastante raro. San Lorenzo arrancó bien y después se cayó, lo mismo
Tigre. Al finalizar el torneo, Lanús era el que mejor jugaba y después quedó afuera de la
definición", señaló por otra parte.
En otro orden, Riquelme "bancó" al arquero de Boca, Javier García, que tuvo responsabilidad
en el segundo gol de Colón de Santa Fe el último domingo. "Nosotros estamos muy contentos con el
arquero que tenemos. (En esa jugada) la pelota la perdí yo cuando estaba solo", argumentó.