Riestra, que escoltó en la etapa regular al campeón y ascendido Deportivo Morón, ganaba gracias a los goles de Nahuel Benítez, de penal, y Mauro Ortíz, ambos en el primer tiempo.
"Entró un hincha y me pegó una piña. Nosotros quisimos jugar al fútbol, pero lamentablemente gana el poder por sobre el fútbol. Liberaron la puerta cuando nosotros vinimos a jugar un partido, si nos tocaba perder íbamos a irnos tranquilos. Esto deja de ser fútbol y es violencia", denunció el mediocampista de Comunicaciones Federico Barrionuevo sobre lo ocurrido en el terreno de juego.
Con esas declaraciones, Comunicaciones apuntó al gerenciador de Riestra, el abogado Víctor Stinfale, de vínculo cercano con Diego Armando Maradona y el presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia.
En redes sociales, rápidamente, se confirmó que el primer infiltrado que invadió el campo de juego es Leandro Freire, un jugador del plantel de Primera División de Deportivo Riestra.
Ahora, la decisión quedará en el Tribunal de Disciplina de AFA que recibirá el informe de Vigliano, pero nada quitará la nueva mancha que significa para el fútbol argentino un final teñido de violencia.
Porque estaba todo preparado para que sea una fiesta, pero tal como ocurrió —paradójicamente— en las dos finales por el ascenso de Primera D a Primera C en 2013 y 2014 la gente invadió.
En la primera, contra Ituzaingó, el encuentro estaba 2-0 a favor de Riestra, se frenó por invasión, se reanudó y el "León" descontó sobre la hora y se impuso en los penales como visitante.
Un año después, contra Sportivo Barracas, el público de Riestra invadió y suspendió el juego con el resultado 3-2 (la AFA lo terminó con ese marcador), justo ante la amenaza de un posible empate de la visita latente.
Este domingo en el Bajo Flores, Riestra fue amo y señor del primer tiempo, empujado por un estadio repleto que quería ver llegar por primera vez en su historia a la segunda división del fútbol argentino.
El tempranero penal convertido por Nahuel Benítez, a los 11 minutos, le dio tranquilidad al localque amplió antes del descanso por un remate de Mauro Ortiz, que se desvió en el camino.
Comunicaciones reaccionó en el complemento, principalmente por el ingreso de Federico Barrionuevo, que clavó dos bombazos al travesaño que pudieron haber significado el descuento y la chance de definir el ascenso por penales.
Y cuando el "Cartero", dirigido por Alejandro Orfila, apuraba en búsqueda del tanto a falta de los cinco minutos de descuento, todo se desmadró.
Los jugadores de Riestra empezaron a festejar, saltar y cantar dentro del campo de juego, ante la mirada atónica del plantel de Comunicaciones, que se quedó en el círculo central sin entender lo que pasaba.