Una amarilla a tiempo, programada con el fixture en la mano. Lo reconoció el propio Walter
Ribonetto: “Estaba hablado porque venía con cuatro amonestaciones desde el torneo pasado y
elegimos este momento (no jugará ante Huracán) porque después se vendrán partidos mucho más
difíciles”, reconoció el defensor pensando en que así no se perderá los choques ante Colón y
Olimpo, dos rivales directos en la dura pelea por el promedio.
Además, Ribonetto valoró tanto el triunfo como la actitud del equipo, al decir que “se
puso el alma y la vida en cada pelota. Necesitábamos un triunfo así y un equilibrio en el juego,
para no repetir lo que nos pasó ante Boca y con Gimnasia (La Plata). Así volveremos al mito de que
acá en Rosario a Central no le gana nadie.
En tanto, Messera mostró su alegría porque “el triunfo es un buen regalo de cumpleaños
(ayer cantó los 30). Lo necesitábamos, eran tres puntos que no se podían escapar”.