El negocio del 0 a 0 de visitante se le escapó a Racing a cinco minutos del final, cuando ya hacía una hora que jugaba con uno menos por la expulsión de Luciano Lollo. Ahí apareció el delantero Julián Benítez para meterla contra el palo derecho de Saja y darle la victoria a Guaraní en el choque de ida de cuartos de final de la Copa Libertadores. Así, en la revancha en Avellaneda el equipo de Diego Cocca deberá ganar por dos goles para avanzar, pero con cuidado de que los paraguayos no le conviertan.
El juego se dio parejo, con un Racing nervioso, carente de juego, sólo encontraba generación de fútbol cuando Milito retrocedía a la mitad de la cancha. Pero también faltó solidez en la defensa, que sufrió ante la potencia de Federico Santander y Julián Benítez.
Racing contó con dos aproximaciones en los pies de Bou antes de los ocho minutos, pero después le quedó lejos el arco de Guaraní hasta el final, cuando nuevamente el ex River y Olimpo estuvo cerca de convertir.
Es que eso era Racing en ofensiva, ya que las subidas por izquierda de Camacho no resultaban productivas y al retroceder, Milito quedaba muy lejos de cualquier acción asociada. Y ante esto, los paraguayos tenían la pelota sin profundidad.
Esto se agudizó en el segundo tiempo, porque antes del descanso (41’) Lollo vio la tarjeta roja por una acción de juego que el árbitro brasileño Sandro Ricci interpretó como codazo.
Con uno menos, Cocca movió las piezas con el ingreso de Voboril por Milito, lo que dejó a Bou recorriendo grandes distancias sin ningún compañero cerca. Así y todo estuvo a punto de anotar en el comienzo, pero una gran estirada del arquero Aguilar se lo impidió.
Y de allí en más todo volvió a ser como en la etapa inicial, aunque con Racing agudizando sus precauciones. Fue inteligente el planteo albiceleste, que sacó provecho de las carencias creativas de su rival y lo mantuvo a raya, lejos del arco de Saja. Sin embargo, a apenas cinco minutos del epílogo, Cerro le dio medio metro al delantero Benítez y el paraguayo encontró el hueco para pegarle de derecha a izquierda desde afuera del área, abajo contra el palo diestro de un Saja que se estiró infructuosamente.
El puñado de minutos que quedaba no encontró a un Racing con las fuerzas suficientes como para ir por la igualdad. Y en la revancha deberá ganar sí o sí para llegar a las semifinales, aunque cuatro días antes tendrá que afrontar nada menos que el clásico de Avellaneda.