Las redes sociales pueden ser un buen negocio para los famosos. Tener un número importante de seguidores en Twitter o en Facebook pude transformarse en metálico si el dueño de los contactos es un líder de opinión en internet. Tanto que las celebridades celebran cuando llegan a un número "redondo" de seguidores, no por cariño sino por interés.
Más allá de los cuestionamientos éticos que puedan surgir, lo cierto es que actores, modelos, deportistas y hasta periodistas que, por su actividad, han logrado cosechar una legión de seguidores cotizan sus publicaciones. Nada nuevo. Es lo que hacen desde que existen, desde que seducen grandes audiencias, los medios de comunicación con la publicidad.
En la Argentina los tuiteros con más seguidores y mejor cotizados son mujeres: la rosarina Amalia Granata y la actriz Calu Rivero, a quien se vincula con el astro de Hollywood Sean Penn, quienes cobrarían unos 10 mil pesos por mencionar marcas en sus mensajes de 140 caracteres.
Los pioneros fueron los periodistas Juan Pablo Varsky, quien abrió el fuego en cobrar por hace propaganda en Twitter, a quién le pagarían unos 20 mil pesos por mención, y el conductor de "Intrusos" Jorge Rial, quien tendría una tarifa de unos 25 mil pesos.
Parecía que a Rosario la tendencia no iba a tardar en llegar, sobre todo porque la comunidad tuitera rosarina todavía es pequeña. No fue así, el desembarco de una figura rutilante del fútbol, con un alcance que va más allá de la ciudad y del país, el volante rojinegro Maxi Rodríguez, aceleró los tiempos.
Con 162.369 seguidores en su cuenta oficial de Twitter @MT11ok, el futbolista se reveló como el primer tuitero radicado en Rosario que vende sus comentarios en la red social. ¿Cuál fue la marca que contrató al futbolista que milita en Newell's Old Boys y la selección nacional? Un analgésico de amplio espectro que habitualmente toman los deportistas para los dolores musculares.
Así es como "La Fiera" este concentrado en el campo de deportes "La ilusión" en Ricardone o reunido con la familia siempre sorprende a sus fanáticos con un mensaje en el que anuncia que va a tomar el analgésico -en la versión "cápsula blanda"- y después, a descansar. Un profesional de salud ya lo hubiera advertido sobre los riesgos de la automedicación y de sufrir una intoxicación medicamentosa, no importa, él sigue adelante.
Inevitablemente, la publicidad desató bromas, chistes y humoradas entre en las redes. Ayer mismo, al trascender que Maxi había sufrido una lesión que lo dejaría fuera de las canchas por unos días, hubo quien, implacable, posteó: "Meta cápsula blanda todos los días y se lesiona, yo no entiendo... No sirven entonces las pastillas??"
Así como, después de una actuación poco convincente con la camiseta rojinegra, no faltó el hincha que tuiteó: "El domingo te olvidaste y yo te lo recordé, hoy no te olvides de tomarlo". El folclore futbolero se cuela del negocio, algo que seguramente los publicitarios deben haber previsto.
Más allá del suceso que causaron los tuits publicitarios de Maxi, hay otros rosarinos que por el número y la calidad de sus intervenciones en Twitter, merecerían ser tenidos en cuenta para que las empresas se animaran a invertir en ellos, aunque, al menos hasta ahora, ninguno recibió una oferta concreta. Les han hecho pedidos, pero de buenos oficios no pagos.
Entre los más populares se cuentan la locutora y nobel vedette María Fernanda Rey, conductora con Julio Orselli del programa "Sin título" de La Ocho, y el columnista de La Capital, Mauricio Maronna, que además de internas, candidaturas y declaraciones políticas postea recomendaciones musicales y hasta puntajes del equipo de fútbol de sus amores: la Lepra.