Que se abra el arco: Central buscará afinar la puntería esta tarde ante Boca

"Sólo nos falta el gol. Tenemos que seguir de la misma manera, el arco ya se va a abrir". Esta fue la frase más común en el campamento canalla tras la derrota con Huracán. Los dirigidos por Cuffaro Russo coinciden en que este es el principal déficit del equipo y que es una falla de carácter colectivo que deben modificar de manera conjunta. Sobre todo para que el nivel de las producciones y los resultados ofrezcan una ecuación más favorable. Con la intención de zanjar este inquietante descubierto, Central tendrá un complicado desafío al enfrentar a Boca, para el que tendrá que esperar hasta hoy para saber si podrá jugar Braghieri. No será una empresa sencilla. Más allá que los xeneizes arriben sin Riquelme (lesionado), el duelo es de exigencia y promete un interesante espectáculo en Arroyito.

El tema de las fallas cerca del arco rival dominaron la escena. Es que Central marcó nueve goles en las once jornadas que ya se jugaron de este campeonato. En cinco partidos no pudo convertir (Banfield, Colón, Arsenal, San Lorenzo y Huracán); y de sus cinco triunfos, cuatro los consiguió por un solo tanto de diferencia (Racing, Tigre, River y Chacarita). Sólo a Independiente lo venció por dos goles. De esta manera queda claro que le cuesta llegar a agitar la red rival.

Los canallas suman nueve conquistas, la misma cantidad que Gimnasia y Esgrima La Plata y Huracán, ocho tiene Chacarita y seis Racing. Esta comparación desnuda que la efectividad canalla está al nivel de conjuntos que se encuentran en las últimas cinco ubicaciones del torneo. Y que si hubiera calibrado mejor la mira, estaría en condiciones de superar una campaña que hasta el momento es más que aceptable.

Cuffaro Russo nunca miró para otro lado y recogió el guante. Sin negociar sus principales lineamientos tácticos, movió algunas piezas durante el Apertura con la intención de aumentar el poder de fuego de su equipo. Sin embargo, todo parece indicar que no es una cuestión de nombres. Es trabajo en la semana, rachas y estados anímicos para superar situaciones adversas.

Central recibirá a Boca con la férrea decisión de saldar esa deuda y que los goles alimenten el instinto de permanencia, el real objetivo que nunca debe perder de vista. Si quiere llegar a los 30 puntos sin sobresaltos, esta tarde tiene una prueba de valor que puede transformarse en un valioso envión anímico.