Hizo todo para ganar, pero esta vez Central perdió frente al rudimentario Almirante Brown por la mínima diferencia y se le cortó la racha de 17 partidos invicto. Igual está en una posición inmejorable para lograr el ascenso a primera división, más allá de que anoche tuvo fallas garrafales a la hora de concretar en la red adversaria la catarata de chances de gol que generó del minuto uno al noventa. Además también hubo una desatención de Valentini (que venía teniendo un buen partido), ya que Petaco no reventó dos veces la pelota en la misma acción y tras un resbalón, el pícaro Chávez dejó perplejo al Gigante sentenciando a Caranta. Un accidente en el resultado que no debería entorpecer el amplio predominio del Canalla en la divisional, donde más tarde o más temprano el objetivo del retorno tomará cuerpo, por méritos propios y porque los adversarios en la puja por ascender tampoco van a ganar siempre.
Ya al minuto Javier Toledo tuvo en sus pies la chance de hundir la pelota en la red, pero el nueve auriazul estuvo siempre con la mira torcida y anoche dio la sensación de que el arco para él era de baby fútbol, muy chico. Encima el arquero Losa tomó la estatura de gigante ante los intentos netos del ex Chacarita, que jugó sólo los 45 iniciales y dilapidó tres oportunidades inmejorables abajo del arco. La postal de esa etapa fue con Central llegando hasta el área chica y con Toledo errando todo lo que tuvo.
Claro que en esos 45 iniciales también erraron Lagos y Valentini, pero Central fue amo y señor de las acciones monopolizando la pelota y vulnerando al adversario en todos los sectores. Mereció irse al descanso ganancioso.
Fue tal la mala noche de Toledo que Bareiro salió a jugar el complemento. Pero en esta etapa el dominio fue más repartido y Almirante se las ingenió para encontrar algunos espacios en las espaldas de los volantes canallas, que encima estaban erráticos como pocas veces. Sebastián Ibars remató cruzado a la salida de un córner y Lagos salvó en la línea. La única de la visita.
Méndez estaba nublado, Encina apurado y Lagos ya no pesaba por izquierda. Pero el Canalla siguió insistiendo, tal vez sin pensar que el punto tampoco era del todo malo en esta carrera matemática al ascenso. Quiso ir por todo y se quedó sin nada. Arriesgó y lo tuvo en la cabeza de Bareiro y en los pies del ingresado Carrizo.
Entonces llegó la jugada desafortunada de Valentini. Petaco tuvo dos veces para despejar y prefirió dejar la pelota en la cancha y salir jugando. Entonces se terminó resbalando. Caballero se la cedió a Chávez y no perdonó: 1 a 0.
La heroica no llegó y se consumó la derrota tras 17 partidos sin conocerla. La ventaja del Canalla con los perseguidores, en especial con el cuarto Sarmiento, todavía es de una estancia y debería darse una verdadera catástrofe para que el ascenso se trunque.
Alguna vez Central iba a perder. El atenuante es que no lo mereció y por eso se fue con el aplauso de su gente. No hay que ver fantasmas y seguir por la misma senda. La caída de ayer fue un accidente, ya que hizo casi todo para ganar, pero erró goles hechos y el rival hizo uno de chiripa. A nueve fechas del epílogo el escenario es un aliado.