Matías Solís es un chico de casi 15 años que juega a la pelota, es delantero y sueña con ser profesional. Es uno de los proyectos que tiene Ecuador en materia formativa. El dato curioso es que llegó la primera semana de febrero a Rosario para hacerse una prueba en Central. Según le confiaron a Ovación, al pibe lo vieron en la cancha los responsables de la captación (uno de ellos es Lucas Maggiolo) y "le avisaron a la señora que lo acompañó que no podía quedarse porque el club no contrata extranjeros". Pero, al final, esta historia tuvo un final feliz para Matías porque le recomendaron que podía ir a otra institución. Ahí escuchó por primera vez que el club al que podía ir a jugar era Adiur. Y fue nomás. Llegó, se puso los botines, hizo lo que sabe, que es jugar bien. Al poco tiempo le avisaron que le harían una prueba en España por el convenio que tiene Adiur con Villarreal. Todo fue sorpresa para la familia Solís, que vive todo a la distancia. Y el sueño de probarse y quedar en el submarino amarillo puede hacerse realidad porque ya tiene pasaje para abril próximo.
Esta historia es una muestra más de los errores que se vienen cometiendo en la formación de juveniles en Central. De hecho, el plantel profesional prácticamente no se nutre de juveniles. Los resultados del trabajo en las inferiores se reflejan en el plantel superior, donde hasta el momento la primera no pudo consolidar a ningún pibe en los últimos años.
Cómo será de delicado el tema de la cantera que hasta el presidente Rodolfo Di Pollina acaba de reconocerlo en una reciente entrevista. "Hay falencias en la formación", dijo el dirigente, a modo de autocrítica.
La de Matías Solís no fue una prueba más. Tampoco se trató de un pibe que no quedó porque era igual a lo que tiene el club, que es la frase de cabecera que emplea un técnico cuando quiere rechazar a un novato con una frase diplomática.
Solís llegó libre de Guayaquil City. Jugó en el Sub 15 de su país y es unas de las mayores proyecciones. Se le presentó la chance de probar suerte en Central mediante dos nexos de esta ciudad, uno de los cuales está identificado con el club desde hace años. No quedó, según el argumento que recibió, porque el club no suma jugadores extranjeros.
La historia dice que Solís llegó el 6 de febrero ya que su padre no pudo acompañarlo. Se hospedó en Rosario en un departamento alquilado. Al día siguiente la dueña del inmueble tuvo la cordialidad de acompañarlo a la práctica en la ciudad deportiva de Granadero Baigorria porque el chico era de afuera y además así lo había acordado con el padre cuando rentó el inmueble. Una vez que concluyó el entrenamiento, la señora recibió como respuesta "de un señor que maneja las inferiores que Matías debía ir al día siguiente, pero no debía volver más". Lo que pudo averiguar Ovación fue que "al chico lo vieron bien en los ensayos, pero argumentaron que en Central no sería tenido en cuenta porque el club no contrata extranjeros".
En ese instante, el juvenil aceptó la respuesta, pese a que no comprendía mucho porque el contacto que posibilitó que sea analizado en Central partió desde una persona vinculada en ese entonces al club de Arroyito, algo que desconocían quienes manejan los destinos de las inferiores. Pero la sorpresa no terminó ahí.
Porque antes de retirarse de la ciudad deportiva de Granadero Baigorria, "una persona que lucía en ese momento vestimenta de Central le recomendó ir a otro club". Fue ahí que el pibe escuchó por primera vez en su vida Adiur, el club en el que recaló. Lo recibieron con los brazos abiertos como hacen en la mayoría de los casos y desde hace casi dos meses entrena en el predio del equipo del Viaducto.
Lo llamativo es que "al poco tiempo le dijeron que lo iban a llevar a Villarreal porque tenía condiciones", le confesó una alta fuente a Ovación cuando consultó sobre este tema, que no es nuevo en la vida auriazul. La felicidad del jugador y su familia es plena porque el deseo del chico está por cumplirse. Solís ahora está en Ecuador. Porque la próxima semana se realizará la visa para poder ir a Villarreal. Incluso volará a mediados de abril hacia España para realizar esa prueba que le prometieron y que seguramente van a cumplir aquellos que manejan los destinos de Adiur. La historia del pibe Solís despierta suspicacias y deja al descubierto algunos desmanejos en el trabajo de las inferiores de Central.
Galloni será coordinador y hoy se juega el clásico de AFA
Desde Central argumentaron anoche que está todo encaminado para "nombrar la próxima semana a Hugo Galloni como nuevo coordinador de las divisiones inferiores". Si bien Leo Fernández tuvo una reunión por este tema la semana pasada, lo cierto es que una parte de la comisión directiva hizo fuerza para que el elegido sea el Flaco, quien por el momento está al frente de la cantera. En otro orden, puertas hacia adentro del mundo juvenil auriazul se sorprendieron por la rápida incorporación de Nilo Carretero, quien ya estuvo colaborando cuando el coordinador del proyecto era Gustavo Grossi, al grupo de entrenadores de AFA. Por otra parte, hoy será un día especial para los juveniles, ya que se disputará el clásico ante Newell's por la segunda fecha de la Superliga . Las categorías mayores, es decir, 4ª, 5ª y 6ª división, recibirán en la ciudad deportiva a la Lepra. Mientras que las menores (7ª, 8ª y 9ª) se presentarán en el centro de entrenamiento Jorge Griffa. El plus es que ambas instituciones decidieron apostar fuerte y transmitirán en vivo por primera vez todos los encuentros mediante sus respectivas plataformas digitales.
El chileno sigue sin aparecer
Otro caso particular, pero distinto al tema Solís es el del chileno Tomás Espinoza. El jugador sigue sin presentarse a entrenar. Sin embargo, algunas voces sostienen que ya se sumó a un equipo del sur de Brasil. Si bien el canalla tomó cartas en el asunto e intimó al representante, lo cierto es que por el momento Central sigue con contar con el juvenil.