La alegría de Arzuaga tenía varias razones. Los goleadores viven de sus conquistas y el delantero
colombiano llevaba nueve cotejos sin poder gritar con su sello. Y cortó la racha con un doblete
extraordinario frente a Independiente y ante un Gigante con más de 30 mil almas auriazules que
reclamaban ciegamente un triunfo.
El último gol de Arzuaga se había producido en el clásico anterior frente a Newell’s.
El colombiano forzó el penal (en complicidad con Vangioni) y además lo ejecutó con temple y
maestría. Ese tanto fue el de la victoria canalla en el parque Independencia. Nada menos.
Pero a partir de allí no pudo repetir en el arco rival, hasta la noche del sábado pasado en
el estadio de Arroyito.
El Torito lleva cinco goles desde que se sumó a las filas de Central. Le marcó a Olimpo (6ª
fecha: 1-1), Banfield (7ª fecha: 2-3) y Newell’s (9ª fecha: 1-0), en el Apertura 2007. Y
señaló por partida doble ante los Rojos de Avellaneda en el presente Clausura.
Cuando juega con Vizcarra, el Torito debe retrasarse un poco más. Pero queda claro que cuando
se acerca más al área adversaria puede lastimar mucho.