Central continúa buscando el equilibrio justo. La meta es pulir los detalles que por ahora condicionan el buen andar. Sobre todo desde lo colectivo. Por eso ayer el cuerpo técnico ordenó en la sesión matinal un trabajo tan intenso como específico en materia de posesión en espacios reducidos. Por ahora el entrenador trabaja con toda la tropa, ya que no hubo reportes de lesionados de manera oficial. La jornada arrancó en el country de Arroyo Seco a buen ritmo. El plantel se movió a puertas cerradas, aunque algunos testigos afirmaron por lo bajo que "se movieron de lo lindo. Hubo algo físico y luego táctico". A la vez que cuando llegó el turno de hacer la rutina con la pelota, el cuerpo técnico paró dos equipos en escasos metros y puso dos arcos diminutos. La intención era potenciar la posesión del balón. Todo se desarrolló sin fisuras. En tanto, los soldados auriazules están bien porque sigue sin haber reportes médicos. Eso marca que la casa está en orden clínicamente. Y es lo mejor que le puede pasar a Montero. Y por varios motivos. Ahora es clave para poder hacer eje en llegar bien al inicio del torneo, mientras el técnico sigue buscando en silencio ese zaguero central que necesita para suplir la ausencia de Pinola, pese a que por ahora se conforma con Martínez (ver aparte).