La última vez que Jerónimo De la Fuente jugó en el circuito mundial de seven fue en febrero de 2013, en Port Elizabeth, Sudáfrica. Del juego reducido saltó al rugby de quince y formó parte de Jaguares y Pampas hasta llegar a Los Pumas, equipo en el que debutó el 17 de mayo de 2014, ante Uruguay. Ahora, el centro rosarino retornó al seven, convocado para formar parte del plantel que tendrá la misión de la clasificar por Sudamérica a los Juegos Olímpicos, nada menos. “Nos jugamos la clasificación a Río”, resumió De la Fuente al comenzar la charla, a sabiendas de que en este torneo que se disputará a partir de hoy y hasta el domingo en Santa Fe (ver aparte) Argentina tiene como principal objetivo jugar y ganar.
—¿Cómo hacés para sacarte rápido el chip de jugador de quince y meterte de lleno en el seven?
—Si bien estuve siguiendo a los chicos por la tele o por internet esta semana presté mucha atención a los detalles. Una base tengo y me siento cómodo, pero con unos kilos de más, esos que te obliga el quince. Por eso me tengo que proteger en el sistema que nos propone el seven, para que no se note tanto la diferencia entre ambos. La idea es que se note lo menos posible y jugar mucho para agarrar ritmo para tratar de ser el jugador de seven que alguna vez fui (risas).
—Desconocido nos sos, tenés varios compañeros con los cuales ya jugaste seven.
—Si, están Gastón Revol, Nico Bruzzone, Franco Sabato, Fer Luna. Hay varios viejos conocidos, que son figuritas repetidas en el seven, tienen mucha experiencia y nos están ayudando mucho. Noto que están pendientes de que junto a Javier Ortega Desio nos acoplemos al sistema lo más rápido posible.
—¿Cómo prepararon el torneo?
—Lo encaramos con el mismo formato que en la previa de un torneo del circuito mundial. Llevamos a cabo entrenamientos con trabajo de campo y mucho análisis de video. Estamos muy ansiosos por jugar. Sabemos lo importante que es. No podemos dejar que Argentina no entre a los Juegos Olímpicos porque sería un fracaso para nosotros. Sabemos que somos favoritos y tenemos que jugar con ese peso. Ojalá se dé todo como soñamos y podamos hacer un buen papel en los Juegos, al equipo que le toque ir.
—Jugar de local es un plus.
—Sí, ni hablar. Jugar en tu país, con tu familia, tus amigos y con toda la gente que se va a acercar para vernos es algo único.
—Y encima son favoritos.
—Es verdad: quieras o no, somos los favoritos en Sudamérica y tenemos que aprender a jugar con ese “cartel”. Lo cierto es que es una responsabilidad muy grande. No nos podemos dar el lujo de entrar a un partido para ver qué pasa. No podemos perder, por lo que representa la historia argentina en el rugby de la región.
—Particularmente estos días te sirven para estar en contacto con la pelota y no estar tanto tiempo “parado”, por decirlo de alguna manera.
—Es así. Cuando me llamó Santi (Gómez Cora, el DT) lo tomé como algo muy bueno en cuanto a lo que es mi futuro personal. En el Pladar, con el Gallego Ruiz, entrenamos físicamente muy bien, al ciento por ciento; pero no es lo mismo la competencia de alto rendimiento que sólo entrenar. Acá estamos constantemente con la pelota, por eso creo que me viene mucho mejor estar acá corriendo en un seven que quizás quedándome en casa y entrenando un poco menos.
—Sacándote del tema, ¿qué análisis hacés de los partidos ante Estados Unidos y Fiji?
—Los partidos ante Estados Unidos sirvieron más que nada para tener competencia y poder tomar ritmo. No nos olvidemos que nuestro último partido había sido un mes y medio antes, en la Pacific. Creo que esa falta de ritmo se notó, porque las destrezas y las ganas de jugar las tuvimos. Y ante Fiji fue un partido raro, no pudimos plasmar en la cancha lo que habíamos trabajado. Fue uno de esos días en que las cosas no te salen y los fijianos aprovecharon los errores que cometimos y nos marcaron. Ellos venían con sed de venganza por lo que pasó en la Pacific y les salió todo. Fue una buena experiencia que hay que tomarla para seguir adelante y no cometer los mismos errores. Y te digo esto sobre todo porque para nosotros esto es una prueba día a día, por todo lo que se viene a futuro. Sabemos que no tenemos muchas posibilidades de mostrarnos hasta que den la lista del Rugby Championship y la del Mundial.
—Para que den ambas listas falta un tramo largo todavía. ¿Cómo manejás la ansiedad?
—La verdad es muy difícil. Trato de enfocarme en el día a día para seguir mejorando, para cuando llegue el momento de que den la lista, y estar tranquilo de saber que di todo. La decisión de estar o no, no pasa por mí.
—Pero se piensa.
—Si, todos los días. Y es algo que me cambia el humor, para bien o para mal. La verdad es que trato de no pensarlo, pero no puedo.