Podría decirse que fue San Pocrnjic. El arquero permitió que Newell’s sumara un punto y que la vergüenza futbolística ante Argentinos Juniors no fuera mayor. Luciano, el arquero oriundo de Chovet, fue el principal responsable de que no pasara un papelón en el Diego Armando Maradona. Más aún por la pobreza futbolística del rival de turno, que ayer hizo méritos como para aminorar esa situación después de trece encuentros sin victorias. “Fue el peor partido desde que estoy en el club. Fuimos superados”, aceptó Osella. Y no se equivocó en la cruda autocrítica (ver página 12) porque el equipo fue un fantasma perdido en La Paternal, sigue sin ganar en esta etapa (seis partidos, una derrota y cinco empates) y no entrega señales de recuperación ni reacción.
Quedó claro que si Ñuls no perdió fue por Pocrnjic. Gracias a su actuación se llevó una unidad de regalo. Nada hizo para obtener algo, pero al cerrar el arco y contener un penal se disimuló en parte el resultado en una presentación olvidable. Más teniendo en cuenta que la primera vez que llegó con cierto riesgo fue con un disparo de Formica que se desvió en un defensor. Un ejemplo como para ratificar lo expuesto.
El arquero otra vez se quedó con el podio al ser el responsable de que la Lepra al menos no cayera rendido ante Argentinos Juniors. Ya lo había hecho en Victoria, cuando también contuvo un penal y cerró la igualdad con Tigre (3-3).
Ayer inició el juego mostrando seguridad. En la primera acción tapó una pelota notable abajo y más tarde otra a Zelaya. Ambas chances inmejorables para el anfitrión en su intento de salir de pobre. Pero Pocrnjic empezaba rápidamente a mostrarse como el jugador que salvaba la ropa en el leproso. Y con la tapada del penal terminó por consagrarse y ser el responsable de que Newell’s no perdiera y al menos sumara algo.
La cuestión ahora pasa por otro lado. Es preocupante pensar que Newell’s no tocó fondo. O, lo más triste, es que no muestra señales de reacción. En la previa la imaginación o pronóstico indicaba que este podía ser el día para ganar en este ciclo. No fue así y encima mostró su peor costado futbolístico. Que preocupa y deja inmerso en la confusión al DT, que ya probó con todo y no le encuentra la vuelta ni la manera de aminorar esta caída.
Resignación es lo que se palpa afuera de la cancha y adentro. También se percibe que queda en el camino una oportunidad para matizar un semestre de desaciertos, conflictos dirigenciales y un fútbol que nunca apareció. Esa chance está dentro de dos fechas. Con Central. Es la última ficha de Newell’s para jugarse un pleno. Y, al menos, disimular la pobrísima campaña y dejar en el olvido el semestre inicial.
El arquero ayer salvó la ropa. Fue la tarde de Luciano Pocrnjic. El uno leproso contuvo con sus manos lo que pudo haber sido la victoria de Argentinos ayer en La Paternal. La principal acción en la que sacó a relucir toda su experiencia fue en el penal que le contuvo al juvenil Luciano Cabral, cuando el local estaba haciendo mejor las cosas.
En la jugada del penal, Pocrnjic se plantó firme en el medio del arco y luego voló hacia la derecha para adivinar la intención de Cabral. Pero no fue el primer penal que atajó en este torneo. En el reciente empate 3 a 3 ante Tigre, Luciano le contuvo un tiro desde los doce pasos a Jorge Rodríguez y también sostuvo la igualdad.
“Fue importante atajar el penal por el punto que logramos. Vinimos a buscar la victoria, pero no hicimos un buen partido. Lo importante fue que al menos nos llevamos un empate”, dijo el guardameta.
“Siempre es importante tener continuidad y la estoy logrando. Jugar seguido te da confianza. Queremos sacar al equipo de esta situación incómoda”, concluyó.