P ráctica de fútbol y la confirmación, tácita (el técnico no lo hará hasta minutos antes del partido), de que los once que estuvieron en el ensayo futbolístico de ayer serán los que saldrán desde el primer minuto en cancha de Almagro para enfrentar a Deportivo Merlo.
Y en esta ocasión Juan Antonio Pizzi cambia sólo lo necesario. Esto es, suple la ausencia del lesionado Leonardo Talamonti por Franco Peppino y el resto lo mantiene. La primera lectura, obligatoria por cierto, es que el entrenador canalla verdaderamente quedó conforme con el rendimiento del equipo ante Quilmes.
De esta forma, se mantiene el esquema, un 4-2- 3-1 sumamente flexible y adaptable a las circunstancias del partido.
Inmediatamente después del choque ante Quilmes, Pizzi dejó en claro que le había gustado la forma en la que había jugado el equipo. De igual forma, en esa misma conferencia reconoció algunas falencias, como la explosión y desequilibrio de tres cuartos de cancha hacia adelante.
Pero ayer refrendó su pensamiento con los hechos. Por eso la apuesta por los mismos nombres.
Indudablemente el técnico está convencido de que esta es la mejor manera que tiene Central de alcanzar un mayor vuelo futbolístico, precisamente el mayor déficit del equipo en sus últimas presentaciones.
No obstante, es la primera vez, desde que arrancó el campeonato que Pizzi no introduce variantes de nombres, salvo por necesidad. Porque hasta aquí siempre metió mano de un partido a otro y ahora sólo rota por la imposibilidad de contar con Talamonti.
Ya un indicio importante había dado el entrenador en la práctica del martes, cuando contestó con un “sí” tajante cuando Ovación lo consultó sobre si el esquema empleado contra el cervecero era viable en condición de visitante.
Lo concreto es que vuelve a inclinarse por esta idea futbolística. Refrenda un sistema que le permite mayor posesión del balón, pero que pocas soluciones trajo a la hora del desequilibrio en el área rival.
En lo que al sistema de juego se refiere, la idea es arrancar con una línea de cuatro en el fondo, pero todo puede cambiar en cuestión de minutos, tal como ocurrió en el último encuentro, donde Andrés Alderete se metió entre los centrales y Ferrari y Rivarola se adelantaron unos metros para sumarse al mediocampo.
Pizzi tomará contacto con la prensa y allí podrá explicar (sin confirmar el equipo, por supuesto) qué ventajas puede tener jugar de esta manera en condición de visitante. En ese sentido, hubo quienes le confiaron a Ovación que existe la idea de que imaginan un rival que no se refugie tanto como lo hizo Quilmes en el Gigante y que a partir de ahí los espacios serían más fáciles de generar.
Pero claro, por el momento son todas conjeturas y sólo quedará más claro cuando la pelota comience a rodar.
Por lo pronto, Pizzi cambió sólo lo imprescindible y parece estar decidido a apostar por el mismo libreto.