Que debe jugar, que no. Las opiniones aparecen y se intensifican según los gustos, más allá de que hoy Lucas Bernardi aún sigue siendo una pieza importante. Por lo que aporta, fundamentalmente, en base a experiencia. Y, además, en un Newell's plagado de lesionados puede resultar extraño pensar en una modificación en este momento que debe atravesar el plantel. Si juega es porque tampoco apareció un jugador que pueda arrebatarle el lugar y en esa función ni este cuerpo técnico ni el anterior encontró hasta ahora un reemplazante. Algo que pensando a futuro deberá surgir un nombre porque el capitán no es eterno y su retiro está a la vuelta de la esquina. Todo, o mucho, del cuestionamiento que pueda aparecer se cae como un castillo de naipes cuando se dice "es el único, o uno de los pocos, que se la da a un compañero".
Que el nivel es bajo teniendo en cuenta lo que podría brindar o el juego que desplegó hace poquito tiempo es cierto. Que quizás no esté para un encuentro completo puede resultar discutible. Tampoco se puede dar por cierta esa reiterada frase que siempre se escucha en el run run rojinegro de que "los técnicos no se animan a sustituirlo". Martino lo hizo. Claro, también puede decirse que tenía y tiene chapa y espalda para hacerlo.
Bernardi fue y seguirá siendo un símbolo rojinegro. Pero como cualquier jugador o persona los años pasan y pesan. Y hay momentos de plenitud y otros no tanto. Hoy el volante entrega pincelazos de su fútbol, no en la magnitud que lo hizo tiempo atrás y, sobre todo, en la etapa del Tata, cuando todos —o la gran mayoría— los jugadores se potenciaron hasta llegar a un nivel superlativo. Pero eso ya pasó y ahora es otra la historia.
Ni es el peor ni el mejor. No se puede ser tan tajante ni dramático. Al comparar lo que puede aportar con el rendimiento actual queda bajo la lupa que puede darle mucho más al equipo. Newell's lo extraña, sin dudas. Pero en este afán de analizar funcionamientos no es el único que atraviesa esa situación, porque también se espera mucho más de otros jugadores.
No se pretende realizar una defensa a Bernardi ni tampoco caerle con todo el peso de la crítica a un jugador de importancia. Sólo poner en el escenario de la evaluación el momento, la realidad de un futbolista de valía. Es cierto, siempre se exigirá a aquellos con condiciones destacables y de juego "exquisito" sobre otros "obreros" que vienen acompañados de ciertas limitaciones y que la suplen con entrega y sacrificio.
Hoy Bernardi, amén del rendimiento actual, sigue siendo fundamental dentro de un plantel donde todavía no apareció el que le haga sombra o le arrebate el lugar. Lorenzo Faravelli apareció en escena, pero recién está correteando y necesitará una continuidad para convertirse en un futuro en el jugador que pueda ocupar su lugar. El sábado tuvo un rendimiento aceptable y el gol elevó también las opiniones positivas, pero necesitará transformarse en un volante con conducción. Y eso no se gana de un día para otro o con un buen partido. Se trabaja y se obtiene con respaldo y suma de encuentros.
Bernardi sí, Bernardi no. El fútbol es opinable, y la coincidencia plena es difícil encontrarla. Cada uno puede sacar sus conclusiones. Lo cierto es que en este momento todavía sigue siendo valioso, más aún cuando Carozo Raggio perdió más de la mitad del equipo titular. Lucas está en el medio y hasta parecería que no hay alguien que le haga sombra. Y eso es lo más preocupante pensando a futuro.