Beijing comenzó ayer a aplicar un plan ambicioso para restringir el uso de vehículos, con el propósito de reducir la contaminación ambiental durante los Juegos Olímpicos.
Beijing comenzó ayer a aplicar un plan ambicioso para restringir el uso de vehículos, con el propósito de reducir la contaminación ambiental durante los Juegos Olímpicos.
Aunque el tránsito, generalmente congestionado, fluía de manera armoniosa en la mayor parte de la capital china, el cielo estaba empañado por una capa espesa de humo y polvo, una señal de que demorará varios días en despejarse la atmósfera.
De acuerdo con el plan de las autoridades de Beijing, los vehículos podrán circular en las calles en días alternativos, según el último número de sus patentes. Además, 300 mil vehículos que causan gran contaminación, especialmente camiones viejos, muchos de los cuales sólo operan de noche, cesaron de circular a partir del primero de julio.
Además, las autoridades de Beijing decidieron que serán cerradas fábricas que causan gran contaminación y se reducirán las horas de tareas en sitios en construcción, donde se levantan de manera cotidiana grandes nubes de polvo.