Por ahora todo es color de rosa para Cristian González. El flamante entrenador sigue viviendo su propio verano tras cumplir el sueño de comandar el primer equipo de Central. Pero cuando se relance la competencia, el Kily tendrá que asumir varios retos a la vez. Además de demostrar capacidad de resolución en la elite futbolera tendrá que potenciar y revalorizar a varios juveniles de la cantera como los volantes Rodrigo Villagra, Joaquín Pereyra y Emmanuel Ojeda. Todo para revalorizar el patrimonio interno del club, que comenzó a reordenarse y a proyectar el futuro cercano con protagonistas de la casa en toda su estructura.
El Kily es del palo. Sabe perfectamente dónde está parado. Por más que anhele con armar un plantel con varios apellidos de grueso calibre, tiene claro que este semestre deberá amoldarse a lo que tiene frente a sus ojos. La economía y finanzas del club le impide y condiciona diseñar el modelo que realmente tiene en mente.
Por eso es que como buen conocedor de las inferiores debido a que venía trabajando con los juveniles hace un par de años, buscará sacarle jugo a cada juvenil. Los conoce a todos prácticamente a la perfección. A la mayoría que ahora tiene en el plantel superior los digirió en reserva. Sabe quién puede cumplir con sus consignas y a quiénes puede promover cuando la pelota vuelva a rodar, que sería en primavera.
Entre los nombres que forman parte del pelotón hay tres que están en la mira del entrenador como objetivos impostergables a potenciar: Rodrigo Villagra, Joaquín Pereyra y Emmanuel Ojeda. Cada cual tiene sus respectivas cualidades técnicas. Pero los tres cuentan con una interesante proyección. El club aspira además a revalorizar a estos juveniles. Sobre todo para luego poder ofertarlo al mercado.
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Joaquín Pereyra puede cumplir varios roles en el mediocampo de Central.
Claro que a la vez la directiva auriazul cruza los dedos para realizar alguna transacción a corto plazo. El apuntado a vender es Jeremías Ledesma porque es por quien más dinero podrían solicitar y recibir. Aunque si llega otra oferta, la analizarán con gusto porque todos tienen el “tachito” en la cabeza. No hay pieza que sea intocable en esta nueva era.
También hay que resaltar que en Arroyito seguirán monitoreando con toda la calma los movimientos de Marco Ruben, quien ya avisó que no dará señal de renovación hasta no tener a ciencia cierta cuándo volverá el fútbol en nuestro país.
En parte esa noticia ahora cae bien en la intimidad dirigencial porque les permite “ahorrarse” un sueldo considera uno de los más altos del plantel en tiempos de crisis por la inactividad que generó la pandemia. Claro que si el delantero de 33 años decide seguir en Victoria y colgar los botines, la comisión deberá salir volando a buscar un goleador. Cómo hará para asumir el costo será un tema a resolver llegado a este particular caso.
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Emmanuel Ojeda tiene buen pie y gran panorama para distribuir en la línea media.
Mientras tanto, el Kily González tiene bastante tarea por resolver. Si bien no hay acción y todo es sonrisa en la actualidad, el entrenador de Central es consciente del desafío que asumió. Porque no solo deberá darle un patrón de juego al equipo, que con Diego Cocca nunca lo tuvo, sino además tendrá que revalorizar a los juveniles del club para devolverle cuanto antes el ADN que también se perdió en los últimos años.
