Mientras esperan la llegada de Gustavo Alfaro de sus vacaciones para que asuma el 2 de enero como nuevo entrenador, en Boca resuenan varios nombres de peso como posibles incorporaciones, algunos de ellos jugadores del inalcanzable fútbol europeo.
Mientras esperan la llegada de Gustavo Alfaro de sus vacaciones para que asuma el 2 de enero como nuevo entrenador, en Boca resuenan varios nombres de peso como posibles incorporaciones, algunos de ellos jugadores del inalcanzable fútbol europeo.
Desde la asunción de Nicolás Burdisso como director deportivo, el panorama xeneize aparece dominado por la búsqueda de jugadores que cambien el rumbo tras la gran frustración de 2018: perder la Libertadores ante River.
Burdisso mira mucho a Europa en su idea no sólo de reforzar el equipo con nombres de jerarquía, sino para cambiar el chip de un plantel que con Guillermo Barros Schelotto como entrenador nunca pudo ganar partidos clave ni demostrar personalidad en los momentos difíciles.
Así, comienzan a aparecer en escena nombres rutilantes como el de Leandro Paredes, hoy en el Zenit ruso pero surgido en la cantera xeneize y con ganas de volver, y el de Franco "Mudo" Vázquez, jugador del Sevilla de España y que de Belgrano de Córdoba pasó al fútbol italiano primero y al español después.
Las ilusiones de Burdisso y sus buenas conexiones con el fútbol europeo existen, pero también las cifras en euros de pases y sueldos de esos jugadores, lo que hace prácticamente imposibles esas iniciativas. También Facundo Roncaglia, de linaje boquense y actualmente en Celta de Vigo, aparece en esa danza de nombres, a quienes la realidad se encargará o no de ponerle los colores azul y oro.
En el fútbol local, suena con fuerza el nombre de Alexis Mac Allister, por quien de entrada Argentinos Juniors pide 10 millones de dólares. Su padre Carlos, el recordado Colorado que fue campeón con Boca en 1992, ya presiona fuerte para que el pase se haga.
Otro que suena es Lisandro Martínez, zaguero central de Defensa y Justicia, también pretendido por River.