Buenos Aires.- El alero Andrés Nocioni, la gran figura del partido que le dio el bronce al seleccionado de básquetbol, consideró que Beijing no es el final de la “Generación Dorada” y afirmó que seguirá jugando en el equipo nacional.

Buenos Aires.- El alero Andrés Nocioni, la gran figura del partido que le dio el bronce al seleccionado de básquetbol, consideró que Beijing no es el final de la “Generación Dorada” y afirmó que seguirá jugando en el equipo nacional.
“No creo que sea mi último torneo, segurísimo. Después, los demás tomarán las decisiones y serán respetadas, pero no creo que sea el último partido de la Generación Dorada, como se dice”, dijo Nocioni, aunque admitió que seguramente “habrá cambios”.
Sin Emanuel Ginóbili, el plantel del seleccionado llegó esta mañana al aeropuerto de Ezeiza, donde sus integrantes dieron una conferencia de prensa.
Ginóbili se lesionó el mismo tobillo que puso en vilo su participación en Beijing, que le impidió jugar el partido por el bronce, por lo cual fue a San Antonio para presentarse ante los médicos y el cuerpo técnico de los Spurs.
Nocioni también se lesionó una rodilla, pero puso el corazón para estar ante Lituania. “No arriesgué”, aseguró el santafesino y relativizó la gravedad de su lesión, aunque reconoció que la búsqueda del podio olímpico lo hizo jugar ese partido.
“Fue una tendinitis que hizo que se rompiera un poquito del tejido de la rótula. Sentía dolor y me costaba desplazarme normalmente, pero después de Estados Unidos y contra Lituania la motivación de ganar una medalla me hizo olvidar eso”, refirió.
Ahora dijo que descansará y esperará órdenes de los Chicago Bulls, a cuyos médicos envió la resonancia magnética para que decidan eventualmente el tratamiento a seguir.
Nocioni también fue el más audaz en señalar que ese “mágico” triple de Lituania, con el que le ganó a la Argentina en la primera fase, dejó al equipo “fuera de la final”.
“Podíamos haber jugador contra España (la semifinal) y poder ganado, seguramente le podíamos haber ganado”, indicó.
El técnico, Sergio Hernández, asimismo, se quedó con el valor de Argentina de estar arriba, entre los grandes. “No es lo importante llegar con un oro, plata o bronce, sino que cuando termine el torneo se sepa que estuvo Argentina, con un estilo, con una identidad y acá quedó comprobado el carácter y corazón que tienen los jugadores”, mnifestó Hernández.
Pero también recordó a “camadas anteriores” del básquetbol argentino, que no tenían contacto con jugadores de Europa o Estados Unidos, y rememoró a los campeones mundiales del 50.
También consideró que entrenar al seleccionado en un Juego Olímpicos “fue deportivamente lo más grande” que le pasó en la vida.
También se regocijó por haber puesto la Federación Internacional (FIBA) a la Argentina en el primer lugar del ranking, pese al tercer puesto olímpico (ver artículo relacionado).
“Suena medio utópico estar delante de potencias. Hoy todo el mundo habla de España y abajo nuestro quedan Serbia, Croacia, Lituania, que para nosotros fueron escuelas potencias y ni que hablar de Estados Unidos. Es un poco tocar el cielo con las manos”, expresó.
Hernández, como premio, reveló que del cuerpo técnico de Estados Unidos le comentaron que Argentina “es el equipo que más les duele. Que los mejores, y van a seguir siendo los mejores, digan esos, es importantísimo”, agregó.
Asimismo, Hernández consideró que fue un torneo “justo” al ser Estados Unidos campeón, España, plata; y Argentina, bronce.


