Juan Imhoff hace señas como explicando que hablará después y pasa de largo. Es el primero que sale de la cancha. Bautista Ezcurra transita la zona mixta con un llanto desconsolado. Los Pumas empiezan a caminar rumbo al vestuario después de unos 10 minutos en la cancha tratando de comprender y asumir la derrota frente a Gran Bretaña. Fue 5 a 0 en tiempo extra por los cuartos de final después de fallar un penal muy factible en el cierre del tiempo regular. Eran los cuartos de final y los muchachos de Gómez Cora estuvieron a nada de ser los rivales de Sudáfrica en las semifinales. Encima lo hubieran logrado con uno menos porque Imhoff estaba afuera por una amarilla.
El impacto fue tremendo, unos 20 minutos después de terminado el partido un integrante del cuerpo técnico retiró de la cancha al capitán Gastón Revol, el encargado de patear aquel penal.
Gran Bretaña lo ganó con un try de Bibby a los 4' después de que un penal de Mitchell pegara en el palo. El rebote se le fue para adelante a Imhoff y de ese scrum llegó la definición.
Argentina fue más en el primer tiempo y Gran Bretaña superior en el segundo, pero el desarrollo en líneas generales fue terriblemente parejo. Para que un partido de seven termine 0 a 0.
El primero que para en la zona mixta es Juan Pablo Estellés, reemplazado por Santiago Alvarez unos segundos antes de los 2 minutos del tiempo extra. Juampi monologa, como haciendo catarsis, y se va.
"Jugamos un gran partido, el equipo dejó todo, no se dejó nada. Creo que se ve reflejado en las lágrimas y en la impotencia que sentimos ahora porque lo tuvimos para ganarlo. La entrega fue absoluta y nos queda un sabor amargo porque en estos dos días demostramos que tenemos un tremendo plantel, un tremendo equipo que sabe jugar al rugby y que tiene un hambre increíble. Por eso las lágrimas, se nos fue al final. Nada más que eso", concluye el rosarino y se va apurado antes que las lágrimas vuelvan a transformarle el rostro.
A cada paso los jugadores reciben, como durante todo el partido y más, el reconocimiento de una gran cantidad de público argentino que los transformó en locales. Quizás ese ambiente, al que no están acostumbrados cuando disputan el circuito internacional, haya profundizado la tristeza de un plantel que se fue literalmente devastado de la cancha.
Para llegar a los cuartos de final Argentina había derrotado 17-14 a Estados Unidos y 31-0 a Brasil y en el medio había caído 21-14 con Fiji. Hoy mismo jugará por un lugar entre el quinto y el octavo. A las 14 enfrentará a Australia y si gana peleará por el quinto lugar desde las 18 con el vencedor de Nueva Zelanda-Francia. Si pierde, enfrentará al derrotado de esa llave desde las 17.30.
Antes que la oscuridad y la lluvia terminaran de hacerse protagonistas de Deodoro, el cordobés Germán Schulz también dejó sus impresiones de una derrota dolorosa.
"En el seven son detalles, por ahí cometés un pequeño error y se te escapa el partido. Por ahí un tackle errado, una mala posición o una patada a los palos te definen un partido", marcó.
"Nuestro objetivo era obtener una medalla, se nos acaba de escapar esa ilusión, ese sueño, pero no podemos bajar los brazos. Tenemos dos partidos para terminar lo más arriba posible.