Viñales (Yamaha) le sacó jugo a la caída de Márquez (Honda). Ganó en Termas y abrochó la segunda victoria al hilo
Viñales (Yamaha) le sacó jugo a la caída de Márquez (Honda). Ganó en Termas y abrochó la segunda victoria al hilo
Se nota que le queda muy cómodo el sillín de Yamaha. Maverick Viñales se adaptó de manera veloz a su nueva casa tras vivir un tiempo bajo el techo de Suzuki. El español supo capitalizar ayer el yerro de Márquez (Honda) para pasar al frente de las posiciones y terminar la segunda final como arrancó la jornada desde que llegó a Termas: adelante de todos. Porque, salvo el sábado que no pudo hacer la pole, después siempre fue el piloto a batir. Acumula dos victorias en serie y se consolida como líder. En tanto, su coequiper Valentino Rossi fue el primer escolta. Mientras que Cal Crutchwol fue tercero al bajarse el telón de la segunda fecha del calendario de MotoGP, que deleitó a miles de almas en su paso por esta ciudad.
"Ganar por segunda vez me pone más que contento. El potencial de la moto se está viendo, aunque siempre hay cosas por mejorar y corregir. Pero, sin dudas, estoy disfrutando mucho de esta victoria", fueron algunas de las frases más significantes que dejó el español luego de festejar el triunfazo en esta ciudad.
Cuando Márquez había dicho el sábado que "el rival del domingo es Viñales", muy pocos le tomaron la palabra. El actual campeón no se fiaba de Maverick, pese a que largaba desde la sexta ubicación en la final. Claro, si el piloto de Yamaha terminó quedándose con el primer puesto fue, en gran parte, gracias también a Marc.
Porque cuando se encendió la luz verde, el poleman y actual campeón picó en punta como un rayo. Se cortó solo prácticamente en la Honda. Mientras que el pelotón intentaba reacomodarse o ganar posiciones a todo gas, pero desde más atrás.
La adrenalina iba en aumento de entrada. Sea en los boxes como en los Vips. O en las coloridas y pobladas tribunas. Hasta la sala de prensa había un clima expectante. Era como que se venía una carrera a puro frenesí y con final incierto porque la pista estaba seca y eso genera otro tipo de conducción.
La primera sorpresa fue cuando Lorenzo se cayó a poco de largar. El español sigue sin pegar una en Ducati. En tanto, Viñales y Rossi salieron en segunda y tercera fila, pero se acomodaron rápido apenas todos largaron a fondo. Mientras que Márquez parecía cortarse solito. Iba adelante cómodo. Hasta que en el tercer giro se pegó un palo solo. El poleman y vencedor de las ediciones 2014 y 2016 terminó dejando la Honda en el piso y yéndose en otra moto de menor cilindrada a boxes porque ya no podía hacer más nada.
Fue así que Viñales (Yamaha) quedó al frente del pelotón, que brindaba un buen espectáculo para los fans, quienes habían copado el moderno autódromo de esta ciudad. La sensación de este inicio de certamen fue ganando cada vez más terreno hasta llegar primero por segunda vez consecutiva, en su segunda carrera con esta moto y equipo.
En cuanto al resto hay que destacar que hubo muchas caídas. Pedrosa (Honda) se fue solo cuando estaba cuarto y abando nó. Aleix Espargaró (Aprillia) se llevó puesta la Ducati de Dovizioso mientras intentaba pasarlo. Ambos debieron dejar la carrera, que mostraba cómo el trencito que formaban Bautista (Ducati), Zarco (Yamaha), Petrucci (Ducati) y Folger (Yamaha) ofrecía diversión.
Mientras que Crutchlow y Rossi dirimieron una dura batalla para ver quién se quedaba con el trofeo de primer escolta. Y fue el italiano. Porque en el giro 18 pasó al británico como una tromba y todo el circuito explotó de felicidad debido al alto índice de favoritismo que pesa sobre la leyenda italiana, que ayer cumplió 350 grandes premios.
"Fue una carrera difícil porque había largado desde la parte sucia. Pero gané unas posiciones antes de cerrar el primer giro y luego pude vencer cuando vi que Márquez se había ido al piso. Esto es una emoción muy grande y representa además una gran responsabilidad porque gané aquí y soy el líder de MotoGP, algo que ni yo aún lo puedo asimilar", confesó a modo de conclusión un Viñales que no corre, si no que vuela bajo y muy fuerte.