La comisión directiva de Newell’s ya le soltó la mano a Germán Burgos y buscará la manera de desprenderse del entrenador. La intención de cortar el vínculo tiene como obstáculo la indemnización que debe afrontar el club, a dos meses y medio del arribo del DT al Parque. Es la gran cuestión a resolver, para encaminarse en la designación del sucesor. Pero antes de todo eso la dirigencia se plantea el nombramiento del mánager, para que de una u otra manera sea el responsable de los próximos pasos a dar con respecto al fútbol.
La floja campaña de Burgos, con algunos resultados que dolieron sobremanera, como la derrota en el clásico y la eliminación ante Sarmiento en la Copa Argentina, sumado a los cuestionamientos hacia su figura de parte de los hinchas llevaron a la decisión de que no continúe en el cargo. La apuesta a su nombre para que la situación futbolística mejore, especulando con la proximidad de las elecciones previstas para el 25 de abril, no surtió el efecto esperado.
Hoy Burgos no suma en ningún aspecto. Para el oficialismo representa una mochila pesada y le resulta imprescindible que el puesto quede vacante. Pero esto implicar tener que pagarle una indemnización, para interrumpir el contrato que vence en diciembre.
No existe mucha claridad sobre el rumbo a seguir, a tal punto que el vice Cristian D’Amico, que lleva un control personal de toda la gestión del club, volvió a tener como fuente de consulta al presidente Eduardo Bermúdez. El titular rojinegro siempre dijo que estaba en plenas en funciones, aunque en la práctica no era así ya que había sido desplazado de las decisiones principales. Pero ahora volvió a tener mayor relevancia.
El 8 de junio es la fecha prevista para la vuelta a los entrenamientos del plantel y la salida de Burgos se convirtió en un tema prioritario. A esta altura parece depender solamente de llegar a un acuerdo económico entre las partes para que se concrete el fin de su ciclo como DT de Newell’s.
Este acuerdo es imprescindible para gestionar la llegada del sucesor y luego definir el futuro plantel, desde las posibles incorporaciones hasta la situación de los ocho futbolistas a los que se les vence el contrato el 30 de junio: Maxi Rodríguez, Pablo Pérez, Mauro Formica, Santiago Gentiletti, Francisco González, Matías Orihuela y Denis y Alexis Rodríguez.
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La decisión de que Burgos no siga ya está definida. Pero antes de tratar de rescindirle el contrato, la comisión directiva se propone resolver el sucesor de Sebastián Peratta como mánager y que esta persona cargue el peso con cada una de las medidas adoptadas en el plano futbolístico. Desde hace algunos días, Pablo Guiñazú es el que aparece en primer plano para cumplir el rol.
Guiñazú admitió a radio LV3 de Córdoba que hubo contactos desde Newell’s y que existe la posibilidad de que sea el nuevo mánager, aunque también dijo que hay otros nombres en consideración. Según sus palabras, el regreso al club del Parque depende más de la decisión de la comisión directiva que de su voluntad.
Su figura no despierta gran adhesión por parte de algunos hinchas, quienes consideran que ya tuvo oportunidad de volver como jugador y prefirió no hacerlo. La valoración que tienen ellos de Guiñazú no es una cuestión menor para la dirigencia, que habitualmente evalúa el sentir del hincha, entre otros parámetros que tiene en cuenta, para decidir qué hacer.
Entre los candidatos surgió también el nombre de Lucas Bernardi, quien había reaparecido públicamente en la asamblea de Newell’s de enero pasado. El exfutbolista y entrenador es apreciado por Gerardo Martino y se comenta que esta valoración influyó para ser considerado. Pero hoy corre desde atrás.