No es extraordinario, lógico. Tampoco es muy bueno, claro. Sí, es un buen momento. Mejor de los que muchos presagiaban. Hace un par de partidos, pocos daban dos mangos por este Newell's. Pero Llop y sus dirigidos consiguieron, con buenos pasajes de juego entusiasta y mayor profundidad ofensiva, con una mayor confianza y un par de resultados, llegar al clásico bien parados. Para darle pelea a Central. Para tener chances reales de ganarle. Aunque a los rojinegros se les presenta un inconveniente que puede ser crucial si el grupo se cae por ello: la posible ausencia de Brian Sarmiento, el referente de hoy. Si no llega se resentirá la estructura leprosa, pero si es de la partida, ya nomás por presencia, aportará un buen handicap. Entonces sí, a su alrededor aparecerán los que ayudaron a confiar más en el equipo: la aparición goleadora de Leal, el toque de Figueroa y el desequilibrio en velocidad por el costado que aporta Torres, obviamente si se recupera de la molestia que sufrió el sábado. Enfrente estará un rival que influirá, que para contrarrestar el juego ofensivo rojinegro no asoma como invulnerable, más allá de que no le convirtieron en los últimos dos partidos. Y que será local.
La tradición dice que no interesa cómo llega cada equipo al clásico. La realidad también marcó generalmente que ello es un aliado a medias en torno al resultado final. No obstante, si Newell's no le hubiese ganado a River de la forma en que lo hizo en el Monumental, si no hubiese demostrado frente a Racing lo del primer tiempo, las chances de victoria se hubiesen reducido considerablemente. Hoy, el dueño de casa tiene de qué preocuparse. Y es todo un dato.
De un lado y otro hay que mirarlo a Sarmiento. Activo, se pone el equipo al hombro. Tiene buena pegada en tiros libres, que más allá de no tener chances de demostrarlo en Newell's, se recuerda uno que le metió justamente a Central en el torneo pasado. También fue preciso en los dos penales recientes que convirtió. Y, sobre todo, en las habilitaciones de gol que generó: tiró los centros para los cabezazos certeros de Leal frente a River y Racing, ante el que además le metió la pelota a Figueroa que derivó en el penal. También probó bien al arco desde lejos, puso un buen córner a la cabeza de Bianchi y sacudió el travesaño.
El problema para Newell's sería que no se recupere de la molestia que lo obligó a salir a los 5' del complemento, el sábado. El aclaró que lo hizo por precaución, que va a estar, que es "su partido", con el que sueña "desde chico", el que no se quiere perder. Pero... Una cosa es tener ganas y actitud, otra muy distinta es estar en condiciones. Es que al equipo no le serviría que arranque y enseguida tenga que ser reemplazado. Además, es obvio, porque en fútbol nadie duerme, que los canallas lo buscarán de entrada para "desactivarlo".
Claro que no es lo único que presentará la lepra con chances a ganador. Después de ganar confianza por parte del técnico, Leal hizo el aporte que se esperaba de él. Dos goles al hilo, algo que a un delantero entusiasma y lo proyecta. Dos cabezazos goleadores de esos que no se acostumbran ver. Apariciones con pelota al pie y velocidad. Remates repentinos como el que sacó ante Racing, que hizo temblar al arquero.
Ofensivamente no puede quedar todo relacionado sólo a ellos porque ahí sí Newell's estaría perdido. Y aunque no tiene para tirar manteca al techo, están Figueroa con la experiencia para manejar la pelota y los tiempos. El pibe Torres con sus gambetas rápidas sorprendentes. Hasta Fértoli con velocidad y sabiendo lo que es jugar un clásico (fue titular en los últimos dos). Y el tapado, el que pocos esperan y pocos creen porque hasta aquí aportó poquísimo, casi nada, pero ante la necesidad de un grandote al que tirarle la pelota ahí estará sentado en el banco esperando a entrar: Guevgeozian.
¿El plus? Confiar. Apostar a que no es casual que de los últimos cinco partidos ganó 2, igualó 2 y el que perdió fue en el último minuto. Creer que puede. Como hizo contra River en el Monumental.