Para Newell’s fue un punto de arranque. Vale, por tratarse del debut y porque se consiguió de visitante. Para empezar no está mal. El empate es valioso, más desde el aspecto numérico que por el desempeño del equipo. Es que el rendimiento de la lepra tuvo sombras y pocas luces. Y en un partido discreto y con escasas emociones, incluso hasta en algún momento tuvo el riesgo de perderlo. Pero Atlético Goianiense, que mostró que es limitado, tampoco hizo grandes méritos para quedarse con la victoria. Por eso, el reparto de unidades no estuvo mal.
Nada alteró la mesura con la que Newell’s asumió el partido. Esperó en todo momento tranquilo y concentrado el avance parsimonioso y poco sorpresivo de Goianiense. Las contadas ocasiones en las que el conjunto local alcanzó a meter el pase filtrado a espaldas de los volantes centrales Sforza y Pablo Pérez durante la primera etapa, el fondo rojinegro se encargó de interrumpir esos pocos intentos ofensivos.
Pese a tener una menor posesión, el equipo de Burgos dispuso de mayor cantidad de jugadas de riesgo en los 45’ de inicio. La mayoría nacieron de la inteligencia de Pablo Pérez para tocar y habilitar al compañero mejor ubicado. La primera opción clara fue una habilitación del mediocampista para Maxi, que no alcanzó a darle con fuerza por encima del arquero Fernando Miguel.
Newell’s tuvo dificultades para asociarse en las réplicas. Marcioni y Cingolani no incidieron por las bandas. Todo era muy intermitente: las proyecciones de Cacciabue y Negri, la generación de Pérez y la inteligencia de Maxi.
Las combinaciones en ataque fueron esporádicas. Pero cuando consiguió dos o tres toques en ofensiva, se arrimó y estuvo cerca de quebrar el marcador.
Un tiro desde media distancia de Negri y un cabezazo de Lema que pasó por delante del arco de Miguel fueron las mejores aproximaciones de la lepra.
La imagen de Newell’s se desdibujó todavía más en la segunda etapa. Perdió el poco fútbol que tenía hasta entonces, a partir del declive de Maxi y Pablo Pérez. Quedó más en evidencia cuando dejaron el campo de juego porque físicamente ya no respondían. Sin la calidad que son capaces de aportar, aunque lo hagan de a ratos, a la lepra le costó mucho llegar.
Goianiense intentó ensanchar el juego y buscar el desborde para romper el cero. Encontró la llave para abrir la defensa de Newell’s a espaldas de Negri. Por allí se fue Dudú, hizo pasar de largo al lateral rojinegro y su tiro fue despejado por Aguerre.
El uno volvió a intervenir ante un disparo desde muy corta distancia de Roberson, que Llano terminó rechazando sobre la línea.
Sin ejercer una ofensiva abrumadora, Goianiense fue arrinconando a Newell’s, que no tuvo capacidad para equilibrar el desarrollo del juego. El cierre del partido, sin que se mueva el resultado, no le cayó nada mal a la lepra.
Aguerre, invicto tras dos años
Alan Aguerre volvió a mantener su arco invicto de visitante tras 18 partidos. El uno se había retirado sin goles afuera del Coloso por última vez en abril de 2019, en el triunfo sobre Gimnasia en La Plata por 1 a 0, por la Copa de la Superliga. A partir de ese momento, atajó 18 partidos y siempre le hicieron al menos un gol de visitante, hasta ayer. Desde ese partido con Gimnasia, Newell’s jugó 22 veces de visitante. Le señalaron goles en 21 partidos (18 con Aguerre en el arco y 3 con Macagno). En el único que terminó en cero fue ante Godoy Cruz (3-0) en diciembre pasado, con Macagno.