Una desatención volvió a costarle el partido a este Newell's en proceso de armado. Lo reconoció su constructor Juan Manuel Llop. Y en ese diagnóstico está la mitad de la causa por la que el equipo se volvió de la cancha de Huracán sin nada en los bolsillos. Es cierto que falló en torno a su arco y pagó. También en una última pelota, como en el partido por Copa Argentina ante Godoy Cruz. Esta vez con 45' por delante. Y ahí queda en evidencia otro porcentaje de responsabilidad, el de la falta de contundencia y de "claridad en los últimos veinte metros", como dijo el DT. Hay más, lógico. No se trata de un cincuenta y cincuenta. Existen variables para ajustar porcentajes de responsabilidades, dentro de lo táctico y de los rendimientos propios de los protagonistas, ahí donde entran a tallar falta de categoría, de experiencia, de construcción de juego, de aprovechamiento de jugadas, de bajos rendimientos y de elección de caminos para llegar a la meta prevista.
Todo esto es necesario entenderlo dentro del contexto de esa palabra que en el fútbol casi no se pone en práctica: paciencia. Porque el armado recién empieza en su rodaje. Por eso las fallas. Y con un apuro relativo, porque este Newell's no tiene por qué apresurarse, más allá de que sumó un punto de seis, porque si no se entendió que le costaría el inicio, el diagnóstico no era el correcto. Porque el equipo anterior se desarmó, atrás, en el medio y, sobre todo, adelante. Y como bien se dice habitualmente, lo importante es ir solucionando cuestiones desde el cuidado de su arco. No es casual que, sin distinción de equipos y protagonistas, la Lepra lleva 42 partidos sin revertir un resultado: la última hace más de 3 años (ver página 5). Entonces, primero debe asegurarse que no le conviertan.
Y de lo mejor que mostró el equipo en el partido con Huracán puede nombrarse a la dupla central Bianchi-Paz, que prácticamente anuló a Wanchope Abila. Claro, al perder puede parecer culpable, pero en este caso las responsabilidades mayores fueron de los laterales, porque el último centro salió debido a que San Román no cortó y Valenzuela no lo vio a Pussetto. ¿Y Pocrnjic? En este caso no fue responsable.
Síntesis 1: Hoy son los mejores a disposición de Llop, necesitan trabajo y rodaje. En el mediocampo, dividido en defensivo y ofensivo, está lo que asoma como el principal problema a la hora de ir por el triunfo. Brian Sarmiento, ahora lesionado, no es conductor ni el habilitador de pelota precisa. Es activo, pero desordenado en su ímpetu por ponerse el traje de líder, que le cae bien pero no tuvo hasta ahora tiempo de mostrarlo con una buena versión. Si no está él, aparece Víctor Figueroa con sus intermitencias. Otro no hay.
A Fértoli y Torres hay que bancarlos. Son del club, jóvenes y con un cartelito pesado que deberán aprender a llevar mientras juegan y crecen: son los "vendibles" a corto plazo para equilibrar parte de las finanzas.
Y los dos con preminencia defensiva, Jalil Elías y Nery Leyes, son demasiado parecidos, o al menos Llop los utiliza para la misma función. Cortan, luchan, intentan, pero les falta claridad y alguna pizca de vocación ofensiva.
Síntesis 2: Uno sobra para los cinco puestos disponibles del medio en esta estructura. O se rompe el doble cinco de marca quedando Elías o Leyes afuera para que entre otro jugador ofensivo para el 4-4-2, dejando de lado el 4-2-3-1, o se apuesta por un 4-4-1-1 más definido con ambos en cancha: por ejemplo con Elías con la camiseta 8 jugando de 8. Pero nadie mejor que el técnico para probarlo y definirlo, siempre buscando variantes en pos del triunfo esquivo.
Y si la elección es arriesgar a ganador, ni hablar jugando en el Coloso, como será el sábado a las 16.15 frente a Olimpo, el movimiento debería ser no dejarlo tan solo al debutante que se ganó una buena consideración cuando pocos lo creían, como quien esto escribe: Luis Leal, que además aguantó los 90 minutos.
De entrada, parece quedarle grande tirarle todo el peso de ser el único punta. Que saliera acompañando a Guevgeozian asomaría como aconsejable, pero como el armenio está lesionado, la opción sería que lo secundara Fértoli, jugando más cerca, o Daniel Opazo.
Síntesis 3: El portugués necesita compañía directa para salir a ganar. Hasta acá poco se escribió de Joaquín Torres, que se mostró como el revolucionario de ataque en el segundo tiempo en el Ducó. No es necesario levantar polvareda con ello, recién empieza, se ganó el puesto y Llop lo irá conduciendo hasta que encuentre el lugar correcto entre los once.
Síntesis final: Deberán aparecer variantes nominales y de estructura, más allá de los lesionados, y correcciones (obvio), para merecer y conseguir ese primer triunfo que el nuevo equipo de Llop necesita ahora que se está armando.