Una muy mala despedida para un torneo pésimo. Newell’s terminó como empezó, con otra producción muy pobre que le impidió como mínimo conseguir un triunfo que lo fortalezca de cara a los próximos compromisos, por Copa Sudamericana y por Copa Argentina, esta última justamente ante el mismo rival de ayer, Sarmiento, de los más flojos del fútbol argentino. Ni siquiera la debilidad del oponente fue suficiente para la lepra, que anoche apenas igualó por un toque de distinción de Maxi en el gol, culminando la Liga Profesional como el peor de todos.
El atenuante de las ausencias de Pablo Pérez, por suspensión, y Cacciabue y Negri, por lesión, además de Scocco y Formica, por distintas molestias, no es excusa para el reprobado de anoche.
Newell’s demoró ayer varios minutos hasta afirmarse. No encontró la pelota y ante cada recuperación la perdió seguido. Y casi comienza perdiendo. Alanís corrió en soledad a espaldas de Orihuela y la tiró muy alta. Con muy poco, jugando por las puntas y buscando al grandote delantero Torres, Sarmiento insinuó algo más.
Pero duró muy poco. La lepra ajustó las marcas, controló mejor el medio y pasó a ejercer un dominio territorial. Maxi retrocedió, entró seguido en contacto con la pelota y clarificó el juego. Cingolani se mostró movedizo y trató siempre de ir hacia adelante. La posesión pasó a ser del conjunto rojinegro, sin ejercer un gran dominio ni apabullando al rival. La falta de profundidad fue el principal obstáculo que lo distanció del gol, si bien a los 17’ fue el travesaño el que se interpuso para que el disparo de Fernández no fuera adentro.
Las intervenciones de Maxi en inmediaciones del área del verde fueron toques de distinción. Pero el resto no estuvo a su altura. Un enganche hacia el lado contraindicado o una demora fueron las razones para no aprovechar lo poco que generaba el equipo, o mejor dicho el capitán, en los metros decisivos.
Encima que las situaciones fueron pocas, Orihuela la mandó muy alta ingresando por izquierda. Lo compensó al menos con un gran cierre ante Borasi, que había quedado libre frente a Aguerre para inaugurar el marcador.
En un partido por momentos desprolijo y sin inventiva, apareció en el cierre de la primera etapa el único iluminado: Maxi. El capitán capturó un balón de un tiro de esquina enviado por Llano y su derechazo dejó parado a Vicentini. Newell’s se fue al descanso en ventaja por la clase de la Fiera y algo de los prolijos pases de Sforza.
La lepra se encontró con una situación favorable ante la obligación de Sarmiento de empatarlo y tener que asumir riesgos. Pero no hubo chance de que lo aproveche, porque la visita se lo igualó pronto con un tanto de Torres.
La conquista de Sarmiento dejó contusa a la lepra, que para profundizar una noche amarga sufrió la salida de Maxi Rodríguez minutos después por una molestia muscular. El cambio de Burgos tampoco fue solución. Dispuso el ingreso de Calcaterra por el capitán, alterando el dibujo táctico. Calcaterra fue volante central con Julián Fernández, con Llano y Sforza a derecha e izquierda, respectivamente. Y pasó a atacar con dos: Alexis Rodríguez y Giani.
A partir de las circunstancias descriptas, Newell’s empeoró. La tuvo menos tiempo y no mostró ninguna señal de reacción. Y Sarmiento se le animó, aunque se repitió con envíos al área sin mayores consecuencia. Y encima falló la única clara, una aparición de Alanís sin otra oposición que Aguerre. Le erró al arco.
En los instantes finales, Newell’s procuró arrimarse, aunque sin ideas ni asociación. Llano lo tuvo con un derechazo cruzado que alcanzó a manotear Vicentini.
A esa altura, Newell’s fue por inercia, no más. Y con esa imagen desdibujada fue que culminó el torneo para Newell’s. Tan mal con Burgos como antes con Kudelka. El actual entrenador no consiguió un cambio de rumbo. Y lo observado ayer es una muestra más de lo mismo.
Terminó último tras 29 años
En la tabla acumulada, Newell’s finalizó por diferencia de goles en el último puesto. Una campaña que en el futuro le puede traer problemas con el promedio. Si bien esto es una copa nacional, la última posición de Newell’s obligó a buscar en el archivo cuándo había sido la última vez que se había dado una situación parecida. Hubo que retroceder casi tres décadas, ya que en el Apertura 1992 (luego de haber ganado el Clausura de ese año con Marcelo Bielsa) los rojinegros ocuparon el puesto número 20 sobre un total de 20 participantes. Los entrenadores fueron Carlos Picerni los primeros 10 partidos y Roberto Puppo los otros 9. En aquel torneo los rojinegros ganaron 3, empataron 4 y perdieron 12. Finalizaron con 10 puntos (en aquel momento se le daba dos puntos al ganador) a 4 unidades de Platense y Argentinos Juniors, que finalizaron en el puesto 18 y 19 respectivamente.