La propuesta de Newell's es clara. Tanto como que no siempre es capaz de plasmar ese juego de control de pelota que lo caracteriza desde la impronta que le dio Gerardo Martino, y que con sus particularidades también intentaron desarrollar Alfredo Berti y Ricardo Lunari, y hoy busca refrendar con Gustavo Raggio. Esa generación de fútbol que en la actualidad por momentos es sólo una intención, lo que queda al desnudo en la continuidad de partidos en los que el equipo rojinegro convierte como máximo un gol por presentación. Sucedió en los últimas seis encuentros, lo que refleja que está fallando en la creación y que tampoco es contundente.
Existe un atenuante que no se puede soslayar. La imposibilidad de Raggio para poner, sino a los mismos, al menos a la mayoría de los que regularmente son titulares en cada compromiso del torneo. La sumatoria de lesionados no es un dato menor. Y pese a todo, ante ese contexto adverso, no es poca cosa que los puntos que tiene lo ubiquen entre los principales protagonistas, a cinco puntos del líder River, justo el rival del domingo en el Coloso.
En el repaso de las ausencias, aparecen futbolistas que son cruciales para el juego de posesión y elaboración que intenta desplegar Newell's. En ese sentido, Marcos Cáceres, Milton Casco, Víctor Figueroa e Ignacio Scocco generan un hueco importante cada vez que no están. Y quienes ocuparon sus lugares, por características o por inmadurez, no fueron capaces de dar una respuesta adecuada.
Hoy existe un volante que es insustituible: Víctor Figueroa. Capaz de imprimir cambio de ritmo y desequilibrio, es una baja sensible desde que se desgarró el bíceps izquierdo. "El tercer volante es un puesto que, al no estar Víctor (Figueroa), nos ha costado reemplazar y se nota", manifestó Raggio previo al partido contra Quilmes.
Ni Lorenzo Faravelli, al que todavía le falta rodaje y necesita irse acoplando de a poco, ni Horacio Orzán, con dinámica pero menos fútbol que Figueroa, llenaron ese hueco.
Quizás, si la evolución es favorable, Figueroa esté a disposición para jugar ante River o, en el peor de los casos, recién contra Central. Eso sería un alivio para Newell's.
Otra preocupación es Nacho Scocco. El delantero, capaz de solucionar la ausencia de gol y de crear espacios arriba con su movilidad, jugó seis de los cuarto partidos. Estuvo afuera en la 3ª y 4ª fecha (Belgrano 3-3 y Rafaela 3-2) por un desgarro, y también se perdió los últimos dos encuentros, ante Banfield (0-3) y Quilmes (1-1), por una distensión en el aductor derecho. Esa lesión la sufrió en el empate contra Racing (1-1), partido en el que convirtió un gol, el segundo en su regreso al Parque. En la jornada anterior, había anotado en la victoria sobre Olimpo (1-0).
Francisco Fydriszewsky y Leandro Figueroa, con más o menos oportunidades, no consiguieron hacer olvidar a Scocco, aunque ni con ellos ni con Faravelli, mencionado anteriormente, no se puede ser en extremo riguroso. Necesitan sumar minutos y hay que tenerles paciencia.
En esa estructura que plantea Newell's, los marcadores laterales aparecen como piezas clave. Las subidas de uno y otro surgen como alternativas para ensanchar la cancha. En los últimos años, Marcos Cáceres, ausente por un desgarro, y Milton Casco, que reapareció ante Quilmes, fueron opciones válidas y fundamentales. Sin ellos el juego se resiente. Y tanto uno como otro permanecieron en este torneo más afuera que adentro.
Con más de un equipo completo con dolencias diversas, una de las pocas excepciones es Lucas Bernardi, con presencia perfecta. Si se lo menciona se debe a que es crucial en los movimientos de avanzada. Tan clave como que no rinde de la misma manera durante todo el partido. Y si no tiene los mejores acompañantes, su importancia se diluye.
Todo eso se refleja en la exigua cantidad de goles de las seis últimas fechas: Estudiantes (1-0, gol de Tevez), Vélez (0-0), Olimpo (1-0, Scocco, de penal), Racing (1-1, Scocco), Banfield (0-3) y Quilmes (1-1, Maxi Rodríguez).
Para colmo de males, Mauricio Tevez, que irrumpió con atrevimiento y dos goles en el torneo, se perdió cuatro partidos y recién volvió el domingo en la igualdad ante Quilmes. Martín Tonso, Fabián Muñoz y Eugenio Isnaldo, en este último caso obligando a mover piezas en ataque y jugando por izquierda, por distintas razones tuvieron rendimientos irregulares.
Ante esta realidad, el próximo regreso de Scocco y Figueroa, sumado a las reapariciones del domingo de Casco y Tevez, pueden devolverle algo de eficiencia a una postura que últimamente viene quedando en intenciones.
Una fiera
Maxi Rodríguez aparece como el encargado de resolver la poca efectividad del resto. Es el goleador del equipo, con 5 tantos en 8 partidos.