El sueño de Newell's de avanzar en la Copa Sudamericana quedó trunco. Una frustración que
seguramente el buen nivel que mostró el equipo de Roberto Sensini en la altura de Quito no
alcanzará a mitigar tanto dolor. Pero al fin, y como bien lo dijo Sebastián Peratta una vez que la
eliminación estaba consumada, este grupo no debe reprocharse nada, porque entregó todo, porque
estuvo a la altura de las circunstancias y porque, contra todos los pronósticos, en Ecuador se le
plantó al equipo del Patón Bauza con mucha autoridad y convicción, aunque le faltó dar ese salto de
calidad para traerse una clasficación que hubiese sido histórica ante un rival que en los últimos
años siempre se las ingenió para estar peleando por cosas importantes.
Al final fue 1 a 0 para el equipo blanco que debió batallar mucho más de lo que esperaba para
vencer a un equipo que le hizo un planteo inteligente, le divisdió el balón y a punto estuvo de
lastimarlo de muerte en varios pasajes del partido.
Al margen de la bronca y el desencanto, Newell's no debó reprrçocharse nada, porque hizo mucho
para no volverse con las manos vacías a Rosario. Es cierto que tuvo en Peratta a la figura del
partido, porque fue el encargado de ponerle cerrojo al arco rojinegro. Pero también fue el mismo
que adormeció a Liga en buenos pasajes del encuentro y muy especialmente en el segundo tiempo, que
lo maniató, que lo hizo dudar de su poderío ofensivo y de su capacidad de respuesta, y que a punto
estuvo de haber puesto de rodillas al bicampeón de la Sudamericana si hubiese estado más preciso en
ofensiva.
A esta altura el lamento por el remate en el palo de Salvatierra, a los 87 minutos, luego de una
buena media vuelta, o el remate de Borghello, a los 23 del complemento, luego de una buena
asistencia de Formica, quedarán en el balance de lo que pudo ser y no fue. Contrariamente a lo que
sucedió con Liga que, cuando no encontraba los caminos para llegar al arco defendido por Peratta,
metió un gol de otro partido por intermedio del recién ingresado Walter Calderón.
Justo es decir también que la Liga fue de los dos equipos el que mayor cantidad de chances
dispuso, pero en muchas ocasiones con remates de media distancia que fueron siempre bien
controlados por Peratta, salvo esa media vuelta de Calderón. Tanto como decir que en el balance de
los 180 minutos, los rojinegros fueron los que mejor hicieron las cosas, aunque le faltó
contundencia para plasmar en la red la ventaja que habían sacado en el juego.
Pero la realidad marca que pese al gran trabajo que hizo, demostrando temple, entereza e
inteligencia para llevar el desarrollo del partido al terreno que más le convenía, Newell's
se quedó con las manos vacías, mientras que Liga se quedó con toda la gloria, un premio
exagerado para lo que generó en los dos partidos y muy especialmente en Ecuador donde la mayoría
esperaba que mostrara una gran superioridad que nunca exhibió, aunque eso también haya sido mérito
de los dirigidos por Sensini. En definitiva, Newell's se vuelve para Rosario con la frustración y
el dolor a cuestas. Pero también con el convencimiento de que si sigue por este camino y haciendo
las cosas como las hizo en los últimos tiempos tendrá más alegrías que tristezas.
Formaciones iniciales:
Liga Deportiva Universitaria: Francisco Cevallos; Norberto Araujo, Jorge
Guagua, Diego Calderón; Néicer Reasco, Ulises De La Cruz, William Araujo, Gonzalo Chila; Juan
Manuel Salgueiro, Hernán Barcos y Carlos Luna. DT: Edgardo Bauza.
Newell's Old Boys: Sebastián Peratta; Agustín Alayes, Rolando Schiavi y
Gabriel Cichero; Luciano Vella, Diego Mateo, Lucas Bernardi, Marcelo Estigarribia y Mauro
Formica; Mauricio Sperdutti y Iván Borghello. DT: Roberto Sensini.
Arbitro: Oscar Ruiz (Colombia).
Estadio: Casa Blanca (Quito).