Desde que llegó Gerardo Martino a Newell's a principios de 2012 la campaña que llevó adelante fue extraordinaria. Primero porque ese año la Lepra peleó hasta las últimas fechas los dos torneos que disputó, pero sobre todo porque el equipo del Parque salió del fondo de los promedios, algo que no parecía sencillo y que preocupaba considerablemente a todo el universo rojinegro.
Con el desembarco del Tata llegaron las victorias, los buenos rendimientos, un estilo de juego ofensivo que ya es marca registrada y se construyó una identidad que despertó elogios y siempre tuvo como aliado a los resultados. Eso abrió las puestas a la mismísima Copa Libertadores, el certamen más importante del continente.
En este contexto y sin soslayarlo jamás hay que analizar el arranque de temporada del conjunto rojinegro. Hasta acá jugó cuatro encuentros, repartidos en partes iguales entre torneo doméstico e internacional y encadenó dos victorias y dos derrotas de manera consecutiva.
Desde que está Martino en el banco de Newell's los números arrojan que nunca perdió más de dos encuentros consecutivos, por lo que necesitará al menos traerse algo mañana de San Juan para evitar caer en la peor racha de este ciclo por demás de auspicioso.
Con Martino a la cabeza, este plantel se acostumbró por lo general a ganar y las derrotas fueron pocas y muy espaciadas. Los traspiés nunca superaron los dos en forma consecutiva y enseguida el rumbo se corrigió, siempre en base a la misma idea táctica y concepto futbolístico, que no son otros que intentar ser protagonista de los partidos, hacer un culto de la posesión de la pelota y salir jugando desde atrás hasta la zona ofensiva. Con estas banderas Newell's se convirtió en uno de los mejores equipos del país.
Claro que ahora hay un toque de atención que habrá que solucionar rápido. Es cierto que este año Newell's afronta una doble exigencia y sólo llegó un refuerzo que está poniéndose a punto: el peruano Rinaldo Cruzado.
Las últimas dos presentaciones rojinegras fueron fallidas, ya que por el torneo Final el domingo pasado tuvo un traspié duro ante Lanús, con un equipo alternativo, y luego llegó la caída inesperada del jueves ante Deportivo Lara en suelo venezolano, por la Copa.
Es cierto que en este caso las derrotas no son en el mismo torneo, pero si pueden ser vistas como un signo de alerta para corregir algunos defectos que tuvo el equipo y así reencauzar rápido el rumbo. Perder dos encuentros seguidos no es para dramatizar, pero sí para ocuparse.
Este grupo y cuerpo técnico no están acostumbrados a los traspiés y por ello deben querer más que nadie reencontrarse con un triunfo que haga olvidar rápido esta última semana torcida.
Claro que en San Juan la historia no será sencilla porque encima San Martín está batallando de manera titánica para remontar el promedio y venderá cara la derrota. Tal vez esa desesperación del local es lo que debería aprovechar Newell's para encontrar espacios y lastimar a su rival.
Se dice que el fútbol es un estado de ánimo y por ello en el Parque deben volver a sentirse ganadores.
Los números más que auspiciosos de este ciclo
Desde los números generales el saldo de Gerardo Martino al frente de Newell’s arroja resultados que son más que positivos. En el Clausura 2012 Newell’s ganó 9 partidos, empató 5 y perdió 5. Mientras que en el torneo Inicial 2012 la Lepra cosechó 9 victorias, 9 empates y apenas 1 derrota. Y en lo que va de este 2013 en el torneo Final acumula 1 triunfo y 1 derrota y en la Copa Libertadores también lleva una victoria y un traspié. Así los números totales arrojan 20 triunfos, 14 igualdades y 8 derrotas en 42 encuentros disputados. Una foja más que interesante que no es más que el mérito de este plantel y sus conductores.