Newell's tropezó en Sarandí y se bajó de la punta. Perdió 2 a 0 ante Arsenal, que tuvo como mayor virtud su notable efectividad en ataque, y se volvió para Rosario con las manos vacías, pese a haber hecho los méritos suficientes en el primer tiempo no sólo para descontar sino también como para igualar el encuentro.
La gran diferencia que hubo entre un equipo y otro estuvo en las áreas, donde Darío Benedetto transformó en gol las chances que tuvo, mientras que la Lepra no pudo abrochar las oportunidades que generó en la etapa inicial, puesto que en el complemento ya no tuvo la claridad del inicio.
Newell's estuvo cerca y lejos del triunfo esta noche de Sarandí. Es que durante la primera parte, y pese a los golpes psicológicos que recibió por los tantos del Arse, la Lepra nunca perdió la calma ni la línea de juego. Siguió intentando y buscando y tuvo algunas chances para empatar primero y para descontar después. Pero entre la impericia, las fallas en la definición y la buena actuación de Campestrini impidieron que la Lepra pudiera marcar.
Pero a su vez estuvo lejos, porque le costó una enormidad tomar a Benedetto, quien fue una pesadilla durante el partido, puesto que además de los goles, tuvo un par de chances más para aumentar que se le fueron por poco en el complemento, especialmente cuando Newell's ya no tenía la claridad ni la profundidad ni el volumen de juego que tuvo en la primera.
A esa altura, Newell's había perdido la línea de juego y empujaba más de lo que jugaba, metía mucha gente en ataque, pero paradójicamente no tenía claridad ni profundidad, mientra el Arse, un equipo siempre incómoco para Newell's en estas instancias, se sentía cada vez más cómodo con el correr de los minutos.
Una sensación que se fue afianzando con los minutos cuando los nervios empezaron a hacer mella en Newell's, mucho más a partir de la expulsión de Martino, luego de una actitud imcomprensible del árbitro Pompei que fue a prepotear sin sentido al entrenador leproso.
Newell's perdió mucho más que un partido en Sarandí. Es que, además, de la derrota cedió la punta, que ahora vuelve a estar en manos de Lanús, y por momentos en el complemento también perdió esa línea de juego que tanto lo caracterizó y que llevó a ser considerado por todos uno de los mejores equipos del fútbol argentino en la actualidad.
Es cierto que es una derrota incómoda y dolorosa, pero también dependerá de Newell's que pueda disimular y dejar atrás este traspié y que con el correr de los días sea sólo un tropiezo que no le impida seguir dando lucha en la cima del Torneo Final.