Newell's no encuentra respuestas, perdió con Tigre y sigue cayendo en la tabla

No le sale una a Newell's, que está en una racha nefasta que amenaza con no cortarse nunca. Una racha adversa que lejos de encontrar un final sigue sumando capítulos a su patético presente que no hace otra cosa que aumentar el nerviosismo de los de adentro de la cancha (jugadores) y la inquietud e impaciencia de su gente. Es que esta tarde y pese a tener algunos buenos pasajes, especialmente en el primer tiempo, no pudo quebrar la resistencia del arquero Javier García, mucho más por sus propios defectos que por los aciertos del Matador. Así terminó redondeando un 0 a 1 que no hace más que desnudar sus falencias y carencias y dejar cada vez más expuestas sus miserías futbolísticas y su cruda realidad.

En definitva es una historia repetida, al punto que en lo que va del campeonato la Lepra no pudo ganar de local en el Coloso y sólo consiguió una victoria de visitante en el torneo. Con un equipo que puso mucha voluntad y ganas, pero que careció de ideas y profundidad para torcer una realidad que cada vez se le hace más cuesta arriba. Porque los partidos pasan, las situaciones se repiten y las soluciones no aparecen. Mucho menos cuando toda la presión recae en los chicos del club, que tuvieron que salir a poner la cara en uno de los momentos más duros del equipo en los últimos años.
 
En ese marco, y cuando más tranquilidad hacía falta para tratar de llegar a la igualdad es cuando más le quemaba la pelota en los pies al equipo rojinegro que a medida que se acercaba al área de Tigre se nublaba por completo, al punto que sólo tuvo sendas chances en los pies del ingresado Noir. El resto fueron más aproximaciones que situaciones propicias para llegar a la igualdad ante un equipo que se paseó por la cancha en el complemento con una imagen desdibujada, sin alma y sin respuestas anímicas ni futbolísticas. 

Atrás quedaron a esa altura las buenas intenciones y el andar prolijo del primer cuarto de hora del equipo Cagna, que había hecho casi todo bien en ofensiva salvo el gol, porque tuvo situaciones pero por impericia, mala puntería o nerviosismo no pudo terminar bien ninguna de las chances propicias que tuvo en el área rival.

Y como para redondear el karma de este equipo, la apertura del marcador por parte de Tigre llegó por la vía que más le preocupaba a Cagna, de pelota parada, cuando Casteglione apareció para cabecear al gol un perfecto centro de Leone.

El final llegó con el desencanto e impotencia de los jugadores y cuerpo técnico y una nueva frustración para el pueblo leproso, que ve como el equipo sigue profundizando su caída y se sigue complicando peligrosamente con la tabla de los promedios. Es cierto que todavía tiene tiempo para recuperarse, pero para eso Newell's deberá cambiar y mucho, sino quiere que el karma se haga terminal.