Newell's: las 50 respuestas de Lucas Bernardi

1/ ¿Seguís teniendo las mismas ganas en una pretemporada? ¿Te pica el mismo bichito?

  —La verdad que sí. No es la misma sensación de cuando empecé, cuando sentías que tenías que demostrar. Ahora las disfruto más. Sé cómo son y sabés que van llegando las últimas.

2/ ¿No te han cansado?

  —Hay cosas que te fastidian y cosas que no, pero trato de disfrutarlas porque sé que son las últimas.

3/ ¿Las últimas o la última?

  —Las últimas. Nunca se sabe, pero va llegando el final.

4/ ¿Lo ves lejano, cerca?

  —No lo sé. Sé que estoy más cerca del final. La edad (32 años) y un montón de cosas hacen que piense que me acerco al final de mi carrera. Es el sentimiento que tengo. Por ahí puede ser en 5 años, 2 o 6 meses. Cuando arrancás estás subiendo y ahora te agarra el momento de la bajadita.

5/ Evidentemente debés sentir que estás en condiciones de pelear de igual a igual con cualquiera, sino no estarías jugando. Pero, ¿empiezan a pesar otras cosas, como la experiencia y los tiempos, para enfrentar a un jugador más rápido?

  —Mirá, si estoy y jugué el torneo anterior, donde tal vez la gente pensaba que no iba a jugar, es porque estoy en condiciones. Después hay mil circunstancias, pero yo peleo para jugar.

6/ ¿Pensás que la gente dudaba de vos porque hacía tiempo que no te veía?

  —Yo no te puedo responder eso, lo tiene que hacer la gente.

7/ Pero vos te sentiste feliz, pleno.

  —Sí, me sentí muy feliz porque jugué 18 partidos sobre 19 (no lo hizo con San Martín de Tucumán, por haber sido expulsado ante Vélez). Eso fue un muy buen logro para mí.

8/ ¿De aquel Bernardi que inició su carrera en Newell’s a este, qué diferencias marcás?

  —Lógico que los años pasan y que no soy el mismo que hace diez años. Después los cambios pienso que están a la vista. Es obvio que estoy más lento, pero la experiencia te da mucha mejor ubicación, mejor panorama, otras cosas que a los 18 o 20 años no tenías.

9/ A esa edad te querías comer la cancha. Hoy jugás de otra forma.

  —Es que pasa con los chicos que están en el plantel. Lo viven de otra manera y es así. Es algo que te da el tiempo y pasa con todo el mundo. Con tu profesión debe ser lo mismo, seguro que no hacés la misma nota hoy que hace diez años. La verdad es que me siento muy feliz y contento, trabajo a la par del grupo y eso es muy positivo para mí.

10/ La diferencia es que manejás mucho mejor la pelota. Antes eras más perro de presa, te dedicabas más a quitarla que a jugarla.

  —Ese es un cambio, es evidente.

11/ ¿Sos entonces un 5 distinto a aquel?

  —No lo sé. Juego de otra forma y tal vez sea diferente, como vos lo planteás. Tal vez recupero menos pero pierdo menos la pelota y la doy más fácil.

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12/ Jugaste todo el Clausura con doble 5 junto a Bernardello. Hoy, aparentemente, iniciarán con uno solo. ¿Te da lo mismo?

  —Sí. No me modifica en nada. Hay muchas alternativas y jugadores, y eso es muy positivo para el equipo.

13/ Siempre tuve la sensación de que al volante central, que siente realmente la posición, le gusta jugar solo.

  —(Piensa) No sé. Hoy por hoy hay que adaptarse a muchas cosas. El que no se sienta cómodo en cualquier posición no es bueno, ni para uno ni para el equipo. Todos deben acostumbrarse a jugar de distinta forma. Hubo una evolución muy grande en el fútbol, tácticamente las cosas cambiaron y hay que tratar de darle al entrenador la mayor variedad posible.

14/ El doble cinco es un hijo de este siglo se podría decir y no tanto de tus inicios.

  —En Argentina cuando me inicié se jugaba con un sólo volante central. El Profe Castelli nos paraba con un 3-3-1-3, era más hombre contra hombre, y en Europa se jugaba con dos 5. Y ahora es al revés, en Europa se juega con uno y acá con dos.

15/ ¿Y quién copia a quién?

  —No sé, son modas. Todo pasa por los jugadores que tenés y por la comodidad que sienta el equipo en ciertas circunstancias del partido, del campeonato o de las necesidades que tengas. Después creo que hay modas. En el torneo pasado Newell’s jugó con tres abajo y ahora parece que lo haremos con cuatro.

16/ Salvo el que venía del ascenso, que extrañamente jugaron con tres, ustedes fueron uno de los pocos que lo hicieron así.

  —Sí, fue raro eso que decís con los del ascenso. Pero nosotros, jugando así, fuimos uno de los equipos que menos goles recibimos.

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17/ Decías que estás en tus últimas pretemporadas. ¿Te bancás otro torneo sin protagonismo?
  —Siempre quiero ser prortagonista y todos luchamos para eso. Después las cosas se dan o no. Sabemos que es muy difícil, que hay equipos armados desde hace mucho tiempo y que otros tienen más presión que nosotros. Creo que hoy el equipo se está formando, que llegaron muchos jugadores y tenemos potencial. La expectativa es ir partido a partido y, sobre todo, ser un equipo que muestre una identidad. Creo que antes de ser protagonistas, debemos tener una identidad.

18/ Eso es lo que les faltó en el Clausura. Amagaron nada más.

  —Sí, creo que por momentos lo mostramos y por momentos no. Creo que hoy necesitamos una identidad, ser un equipo sólido. Por momentos lo fuimos y mostramos un muy buen juego, entonces lo que necesitamos es regularidad, la identidad que te hace decir: “Esto es Newell’s, Newell’s hace esto y lo hace siempre en cada partido ante cualquier rival y en cualquier cancha”. A eso tenemos que apuntar.

19/ Precisamente, la sensación es que falta definir a qué juega Newell’s.

  —Vos lo planteás así y es lo mismo que yo hablo de identidad. Hoy en los equipos es difícil encontrarla porque hay muchos cambios. Tal vez el que lo hizo por muchos años fue Boca, que es el que menos cambió, pero con los cambios de ahora perdió algo de esa identidad. Lo más difícil del fútbol actual es mantener la base. Por eso nosotros estamos en esa búsqueda y la necesitamos encontrar sí o sí.

20/ En esa búsqueda de la identidad, tal vez es conveniente jugar siempre de la misma manera.

  —Me parece que no es así. Hay equipos que atacan todo el partido y pierden y otros que se defienden siempre y salen campeones.

21/ Un equipo con identidad puede ser uno que esté todo el tiempo atrás y le tire pelotazos al 9.

  —Sí, es su identidad como equipo.

22/ Un equipo que juega bien al fútbol.

  —No sé, depende para quién. ¿Cómo evaluás eso en un equipo que está todo atrás y juegue al pelotazo?

23/ Si el sistema le da resultados.

  —No quiere decir que juegue bien.
24/ Creo que eso es jugar bien, es tener esa identidad de la que hablamos.

  —Para mí no.

25/ ¿Entonces jugar bien y tener identidad son cosas distintas?

  —Es una identidad de juego, pero no significa jugar bien. Pero eso es la discusión eterna. ¿Quién juega mejor, el que gana o el que juega bien y no lo hace? ¿Para vos cuál es?

26/ Para mí aquel equipo que tal vez esté todo atrás y juega sólo con el 9, porque sabe que es su mejor recurso, juega bien, porque es consciente de sus limitaciones y de sus virtudes.

  —¿Y eso es jugar bien?

27/ Al menos es inteligente para jugar.

  —Inteligente sí, pero no juega bien.

28/ Separo lo vistoso de lo efectivo...

  —Está bien, es un equipo práctico pero que no juega bien. Para mí es así, ¡ojo! Para mí jugar bien sigue siendo tener la pelota, hacer una pared y que normalmente se la des al compañero.

29/ Y trasladando eso a este Newell’s...

  —(Interrumpe) Lo que pasa es que estamos en preparación. Newell’s fue por momentos inocente pero que jugó bien al fútbol en la mayoría del Clausura, salvo en las últimas fechas. Fuimos vistosos, éramos superiores al rival y ganábamos, pero así también te digo que fuimos inocentes.

30/ El clásico fue el ejemplo más contundente. Debieron ganar pero no pudieron ni siquiera ahí dar el salto de calidad.

  —Sí. Y la última imagen que quedó fue mala. Entonces todo lo bueno que hiciste se fue desdibujando. Nadie se acuerda que jugaste bien.

31/ A lo mejor coincidimos en que para jugar bien se precisa sí o sí un mediocampo inteligente y con buen pie.

  —Sí, sí. Es necesario buen pie pero sobre todo jugadores inteligentes.

32/ Y en este Newell’s de hoy, se te ve a vos de 5, a Vangioni con buena trayectoria a la izquierda, con Formica que es un poco la estrella de enganche y parece que Sensini busca por derecha...

  —(Interrumpe) Recién arrancamos, estamos con el freno de mano puesto. No podemos mirar hacia adelante. Tu trabajo es hacerlo y sacar conclusiones, el mío no. Estoy en el día a día y no podemos ilusionarnos antes de empezar. Buscamos y sólo pensamos en responder en cada entrenamiento.

33/ Sin dar nombres, ¿percibís en esa búsqueda que están bien orientados?

  —Percibo que tenemos buenos jugadores y trabajamos muy bien. Tenemos un buen equipo. Hay jugadores que se quedaron, otros que llegaron y se trata de trabajar para lograr mostrar el equipo en los momentos difíciles. No se puede hablar de cosas que no son.

34/ Menos mal que no te pregunté de entrada: “¿Para qué está Newell’s?” Me cortás al medio.

  —Corto la pregunta, no tenés título.

35/ Schiavi dijo que necesitaban jugadores para ser protagonistas en el torneo que viene. Ahora llegaron. ¿Sentís lo mismo que él o que hay que demostrar en la cancha?

  —Respondiste vos la pregunta. Todo hay que demostrarlo en el rectángulo de juego.

36/ Cambio la pregunta. ¿En un plantel que terminó mal un torneo, siempre es bueno renovar las caras?

  —Siempre es bueno renovar. Me parece que este año se renovó para tener una continuidad y eso es diferente. Creo que se apuntó a hacer un equipo no sólo para estos seis meses, sino para los próximos seis y los siguientes. Eso es lo bueno, porque lo que no te sale este año, te sale el que viene. ¿Cuáles son los equipos que están arriba?

37/ Los que trabajaron a largo plazo y con jugadores de inferiores que fueron mechando de a poco.

  —No, no sólo eso.
38/ Y reforzando en los lugares clave.

  —Esa es la mejor respuesta. Quedó reflejado en los que pelearon el campeonato, en los últimos que lo disputaron, en el campeón de América: mantuvieron una idea. Tal vez igual no logrés un título pero prefiero pelear, pelear y pelear todos los años, y cuando lo gano lo hago de verdad, y luego me mantengo. Y no ganar una vez y no hacer nada después. Está bien, salís campeón y lo festejaste, pero al otro año peleás abajo de nuevo.
39/ Hablás de un proyecto integral que lleva tiempo.

  —Por eso digo que los refuerzos apuntan a otra cosa. Obviamente que sin resultados las cosas no sirven para nada, pero como visión de futuro es muy buena y debemos apuntalar eso. Somos la cara visible de este proyecto y, lógico, sin resultados es difícil mantenerlo.

40/ ¿Te sentís referente de este plantel o de este momento de Newell’s? Viniste con la nueva comisión...

  —Vine con la nueva comisión y nada más. Apoyo el proyecto porque me parece que Newell’s es esto.

41/ Si te enoja la pregunta no la contestés: ¿Apoyaste el proyecto además económicamente?

  —No te la contesto. Apoyo desde donde puedo. Lo que pueda lo voy a hacer porque Newell’s me dio mucho y puedo agradecerle. No hay que olvidarse de los orígenes. Como grupo tratamos de mejorar muchas cosas, que para un plantel tal vez no eran las adecuadas. Ustedes lo han visto, lo ven y espero que noten los cambios.

42/ ¿Das un mensaje de paciencia para los hinchas también?

  —El hincha no tiene paciencia.

43/ Debería.

  —Sí, ¿pero quién la tiene? En ningún club la tienen.

44/ También es cuestión de empezar a educar para eso.

  —Es cierto, pero ahí hablamos de otro tema, que es la sociedad más allá del fútbol. El hincha quiere ganar.

45/ Pero sí transmitís permanentemente que el éxito es sembrar para cosechar a largo plazo...

  —Sí, ese es el plan, aunque lamentablemente sin resultados la gente no te banca. Me encantaría que los hinchas entendieran que para llegar arriba hay que tener mucha paciencia, pero no pasa en la vida diaria y por qué pasaría en el fútbol o en nuestro club.

>> Lo que viene
46/ Decías que son los últimos campeonatos de tu carrera deportiva. ¿Después qué? Parece que hablaras más como dirigente que otra cosa.
  —Sí, me voy a poner al lado de Dezotti (risas). No, me gustaría ser entrenador. Estoy estudiando, arranqué este año y es mi proyecto.

47/ ¿Entrenador de primera?

  —Sí, claro. Me gusta la presión, me gusta la adrenalina y la táctica. Dicen que es terrible como técnico, pero me ilusiona sentarme en el banco del Coloso como técnico. Apunto a ser entrenador de Newell’s y después de eso, en algún momento, ser dirigente. Le apunto al club.

48/ Debutaste en Newell's con una dirigencia y volviste con otra totalmente distinta. ¿Preferís sacar las cosas buenas de ambas?

  —Obviamente. Yo con López (el ex presidente Eduardo) no tuve inconvenientes como jugador, pero él a mí me dio cosas y yo le dí, y listo. Después en algunas cosas ha errado y el club cayó en muchas otras. Con él estamos empatados.

49/ Pero está claro que el proyecto de club que imaginás no es igual al suyo.

  —No, para nada. Pero cada uno maneja el club como le parece, para eso fueron elegidos. A mí me gusta “el club”, así definido, que la gente participe, que el predio de Malvinas sea como cuando yo iba, pero después cada uno toma las decisiones que le parecen correctas. Yo te estoy hablando de cuando sea, si alguna vez lo soy, dirigente dentro de unos años. Hay tanto por hacer y hoy arrancamos de cero. Newell’s tiene muy buen potencial, salieron jugadores que estuvieron en los mejores del mundo y hay que seguir haciéndolo con continuidad.

50/ La última no es una pregunta, es una aseveración. Siento que no le hice la nota sólo al Bernardi jugador.

  —Lo que pasa es que me llevaste para otro lado. Me parece que cuando sos joven ves las cosas de una manera y ahora, que soy grande, para el fútbol, la visión es diferente. Por ahí a los 20 años te mentía pero hoy no, te respondo con otra visión y otra experiencia. l