Newell’s lo ganó de un extremo al otro de la cancha. Desde los incesantes despejes de Cristian Lema hasta la irrupción goleadora de Juan Manuel García. El zaguero y el centrodelantero fueron los grandes responsables de que Newell’s celebre la conquista de un clásico que se definió en los mínimos detalles.
En el mismo arco donde Maxi Rodríguez le había dado la última victoria a Newell’s frente a Central, en 2016, García apareció en el área chica, capturó el rebote que dio Servio tras el tiro de Garro y la mandó al fondo con un zurdazo. Juanchón hizo lo que se espera de un número nueve, el gol. Y fue nada menos que para superar al máximo rival.
Convertirle goles a Central no es novedad para García. Ya le había anotado con las camisetas de Unión y Arsenal un tanto con cada una. Ninguno, obviamente, con la trascendencia de la conquista de este domingo.
En un partido repleto de imprecisiones, García luchó mucho. Rara vez le llegó la pelota limpia. Así y todo se las ingenió para generar una de las tres situaciones de riesgo que dispuso la lepra. Fue en el cierre del primer tiempo. Komar lo perdió y el delantero conectó de cabeza el centro de Panchito González. El balón dio el travesaño. La siguiente acción peligrosa del exUnión fue la del gol, una fecha después de anotar su primera conquista en la lepra, contra Sarmiento.
“Juanchón es el primer defensor”, dijo Lema, dando toda una definición del trabajo que acostumbra a hacer el nueve. Persistente y voluntarioso, tuvo un gran desgaste para entorpecer la salida del fondo canalla. El esfuerzo le pasó factura y fue reemplazado. Ya había sido determinante para la suerte del clásico.
Tan influyente fue García como Lema. El local lleno de centros el área rojinegra, especialmente en el segundo tiempo, y el marcador central sacó a destajo todo lo que llegaba por arriba y por abajo.
Newell cerró los espacios atrás y con ese agrupamiento, Lema se sintió a sus anchas para despejar los débiles intentos de Central.
Estuvo encima de Ruben y no lo dejó darse vuelta con comodidad. El zaguero se convirtió en el patrón del área visitante, mostrándose firme y seguro. En el área contraria, cruzó un cabezazo tras un el tiro libre de Castro y Servio despejó con lo justo.
Entre Lema y García están los principales argumentos para entender por qué Newell’s celebró en Arroyito.