Fue lo que se dice una noche negra. Desde lo futbolístico y lo matemático no hay nada para rescatar luego de la derrota justa que sufrió Newell’s a manos de un ordenado y compacto Huracán. El parto vino de nalga desde el minuto inicial hasta el pitazo final del paupérrimo Gabriel Favale. A la Lepra no le salió una bien dentro del rectángulo, Ricardo Caruso Lombardi no encontró respuestas cuando movió las piezas y encima perdió de cara a lo que viene a tres soldados imprescindibles en el andamiaje colectivo. Rolando Schiavi y Diego Scotti dejaron la cancha en un pierna de manera prematura con lesiones que los marginarán del equipo en el futuro inmediato (ver aparte). Como si el destino estaría ensañado con los del Parque, Germán Ré acumuló la quinta amarilla y deberá purgar una fecha de suspensión justo en el trascendental duelo ante Colón (salvo algún artilugio que involucre al Sub 20 Alexis Machuca por aplicación del artículo 225, que es poco factible). Peor imposible.