Demasiado pasó Newell's en un corto tiempo. Se desencadenó una serie de situaciones que se originaron en entredichos entre el plantel y la comisión directiva, con la renuncia del entrenador Diego Osella una semana atrás y declaraciones duras de Ignacio Scocco posteriormente que siguen abonando un clima espeso. Cuando todavía no se vislumbra el desenlace de esta historia, y si esto implica más de un final de ciclo con la camiseta rojinegra, Newell's respondió a lo que tenía enfrente en lo inmediato: la Copa Argentina. Olvidó lo que sucedía afuera, con la apuesta de algunos juveniles que tienen que ser el futuro próximo del club y goleó a Central Norte de Salta por 4 a 1.
Los 32avos. de final son una etapa que se cruzó en un momento complejo en la vida de Newell's. Es una realidad que se podía presagiar, porque se sabía que los buenos resultados en el torneo estaban disfrazando otras cuestiones que existían en la intimidad. El vínculo entre quienes dirigen los destinos del club y quienes juegan se fue endureciendo, llegando a un callejón sin salida.
Sin Osella, la semana previa fue para que el DT interino Juan Pablo Vojvoda intentara reacomodar lo que estaba desacomodado. Habló de fortalecer el ánimo como una de las principales tareas. Pero tampoco se quedó con repetir los nombres conocidos de siempre, amparado en que lo suyo era apenas momentáneo y nadie cuestionará con dureza cómo le va al frente del rojinegro de aquí a mitad de año.
Vojvoda no dudó y puso a jugadores que conoce de la reserva que dirigió hasta el fin de semana pasado. Lo mejor es que el entrenador puede quedarse satisfecho que le respondieron. Milton Valenzuela, cuyo futuro hoy parece más cerca de Newell's que de Elche de España, porque la operación no se termina de concretar, expuso todo lo que se habla de sus proyecciones por izquierda pero que muy pocos habían observado en una cancha.
Algo parecido puede decirse del volante Braian Rivero, con apariciones más esporádicas que la de Valenzuela, pero con criterio para tocar y moverse junto a Jail Elías. Y mencionando a este último, Vojvoda le devolvió la titularidad y jugó con confianza, siendo el nexo con la defensa.
No es que los jóvenes hayan salvado a Newell's, lo hayan sacado a flote de este particular momento, pero contribuyeron. Si hasta tuvieron participación en el segundo tiempos dos debutantes absolutos en la primera: el mediocampista Maximiliano Ribero y el delantero Rodolfo Rotondi.
Los juveniles acompañaron a los experimentados, siempre fundamentales. En el activo Mauro Formica radicó el juego desplegado por Newell's para ganar sin objeciones. El volante aportó su talento, sin guardarse nada, en una de sus últimas participaciones con la rojinegra antes de irse a Pumas de México. Scocco fue el restante de los que tienen un largo recorrido que se lució anoche, con dos goles que no sería descabellado que sean los últimos en el club si es que el goleador es vendido.
Newell's se fue tranquilo por lo que hizo en cancha de Unión. Jugó como debía. Fue agresivo, intentó perforar la resistencia salteña por los costados y los goles fueron llegando uno tras otro, sin inquietarse ni apresurarse, aunque el equipo norteño haya puesto un manto de duda con el descuento en el cierre del primer tiempo.
El roiinegro supo resolver el compromiso ante un rival de categoría menor, sigue en una Copa Argentina en la que nunca termina de hacer buen pie y trajo algo de calma. No es poco después de una semana agitada.