Newell’s se desarma a pedazos y no hay manera de que Fernando Gamboa detenga la caída. La realidad es preocupante y no asoma la solución. La derrota de ayer ante un pobrísimo Gimnasia acrecentó la crisis futbolística y es lógico el interrogante sobre si el entrenador es capaz de revertir esta situación. Cambios hubo en forma masiva en el equipo, de nombres no de sistema de juego, para el partido en La Plata. Pero todo siguió igual y ante el 0-1 recrudecen los cuestionamientos hacia la figura de Gamboa, con un futuro que se acorta peligrosamente ante la sucesión de resultados adversos.
Ayer hasta se desvaneció el último argumento que expuso el DT previo al partido ante el lobo, tratando de rescatar algo positivo de esta situación, al mencionar que ahora el equipo obtenía mejores resultados de visitante que de local. En La Plata interrumpió la serie de tres partidos invictos fuera del Coloso y volvió a lo que es una costumbre, sin importar adonde juegue: la derrota.
La racha de Newell’s es muy negativa. Siete derrotas, tres empates y apenas una victoria en los once últimos partidos. Números que son fiel reflejo de un rendimiento que deja mucho que desear. Es que no hay que dejarse llevar a engaño. La lepra es un conjunto de una debilidad alarmante y ni siquiera la personalidad de Gamboa sirve como correa de transmisión para inyectar ese espíritu ganador a los futbolistas. Le ayudó apenas en el inicio del torneo para ganar con mayor frecuencia. Pero con el entusiasmo no alcanza.
El entrenador continúa sin encontrarle la vuelta al funcionamiento del equipo y la paciencia que se le tuvo, por lo que representa en el club, empezó a llegar a un límite. Los cuestionamientos se multiplican y nadie puede discutirles que no tengan razón, más allá de que el hincha promedio tienda a exagerar todo.
Más de lo mismo fue Newell’s en el estadio Diego Maradona de La Plata. El planteo de siempre, insostenible con el correr de los minutos. La idea de ser ofensivo, que nuevamente no prosperó con eficacia. Y las equivocaciones de costumbre, con una defensa mal parada y fallas groseras en sitios nada aconsejables. El tiro de esquina a favor y la contra inmediata de Gimnasia, con la salida a destiempo del juvenil Acevedo, permitió que Carbonero corra media cancha sin oposición para meterla al lado del palo de Macagno. Una ventaja enorme que le dio al lobo. Una más en el torneo. Fatal. Cuestan goles y puntos.
En esa jugada se dio un poco de todo. Desde la mala disposición del equipo ante una posible contra hasta errores individuales. Gamboa tiene su cuota de responsabilidad. A menudo habla de achicar el margen de error. Una retórica que después no se condice en la cancha. No planea opciones para, como mínimo, ocultar las limitaciones si es que no cuenta con futbolistas capaces de brindar mejores respuestas.
La falta de reacción del equipo con el marcador adverso tampoco llama la atención a esta altura. La liviandad que exhibe es por momentos exasperante. El estado de confusión, absoluto. Y Gamboa, ayer y en otros partidos, no lo resuelve desde el banco. La peor versión rojinegra en La Plata fue en el segundo tiempo, cuando más necesitaba jugar bien.
Newell’s atraviesa días movidos, con la asunción de Julio Saldaña como mánager y el anuncio de que Enrique Borrelli no continuará en la coordinación del fútbol juvenil. El club pasa por una etapa de cambio a partir de la asunción de una nueva gestión y el futuro de Gamboa también empieza a definirse. Depende de que el equipo enderece el rumbo.
“Mi continuidad no la voy a poner en duda”
Fernando Gamboa fue claro y tajante en la conferencia de prensa que se hizo vía zoom después de la derrota en La Plata cuando lo consultaron sobre su futuro como entrenador de Newell’s. Porque cuando todo era incertidumbre tras una nueva derrota, y los rumores estaban a la orden del día, el técnico rojinegro salió a acallar todas las voces y todas las especulaciones que se tejían en la redes sociales al decir con mucha firmeza que “mi continuidad no la voy a poner en duda. Amo este club, y trabajamos como locos. Estoy todo el día metido en el lugar donde tengo que estar metido”.
El DT leproso en cuanto al desarrollo del partido mostró autocrítica y dijo que “el resultado es malo en absoluto. Sabíamos que Carbonero nos podía complicar y cuando lo marcamos nos equivocamos. El análisis nunca va a ser positivo cuando hay una derrota. En el fútbol los partidos no se merecen, se ganan, se empatan o se pierden”. El jueves los rojinegros tienen una prueba de fuego ante su gente, ya que el rival será Aldosivi, en un partido que el hincha de Newell’s va a mirar con poca tolerancia por la campaña realizada. Al respecto Gamboa dijo que “es el partido más importante que vamos a jugar. Apenas lleguemos a Rosario nos vamos a poner a trabajar para conseguir un buen resultado”.