En el aspecto ofensivo, el Newell’s de Fernando Gamboa fue la contracara de cuando juega de local. Llegó a Paraná con el antecedente de los cuatro goles que le señaló a Estudiantes en el Coloso. Pero ayer estuvo muy lejos de repetir semejante contundencia. La igualdad con Patronato le sirve y le resulta positiva para seguir sumando en la tabla, aunque tendrá que resolver la falta de poder ofensivo, algo que ayer lo privó de trepar a la primera posición.
El nivel de Newell’s fue discreto de mitad de cancha hacia adelante. Si bien tuvo la mejor ocasión del partido, con el remate de Justo Giani que se estrelló en el palo izquierdo, generó muy pocas situaciones de riesgo. Es que le faltó juego asociado, no tuvo penetraciones por el medio ni aproximaciones por los extremos. La pelota parada tampoco fue la fórmula para llegar a la red, como por ejemplo aprovechó para señalarle tres goles a Talleres en el Coloso por la 1ª fecha.
La goleada a Estudiantes por 4 a 2 era una invitación para imaginar un equipo con los recursos suficientes para quebrar la resistencia de Patronato. Nada más alejado de la realidad. El primer inconveniente de ayer fue que le costó administrar la pelota. El local presionaba en mitad de cancha, lo contenía y se desplegaba rápido en ofensiva progresando por las bandas. Sin el balón, en la lepra no había generación ni oportunidades para crear peligro.
A medida que transcurrió el partido, Newell’s se asentó y ejerció una mayor posesión del balón. El problema fue que careció de peso en campo rival. Cada vez que cruzó la mitad de cancha, no encontró los caminos para acercarse. Se mostró impreciso y pisó poco el área local. Justo Giani fue el que más intentó, pero encaró y las terminó mal.
Tan inofensivo resultó Newell’s en la primera etapa que la única aproximación fue recién a los 43’ con un disparo de Nicolás Castro desde afuera del área que Ibáñez controló sin inconvenientes. Hasta el volante creativo no pudo reproducir esa pegada con la que había señalado dos goles desde media distancia la fecha pasada.
La falta de prolijidad predominó también en el segundo tiempo, aunque Newell’s experimentó una mejoría e inquietó algo más. Al minuto de reiniciarse el partido, Lema ganó de arriba en un tiro libre y el cabezazo quedó en las manos de Ibáñez. Y un rato más tarde, Cristaldo buscó el arco con un zurdazo desde afuera.
Castro entró más seguido en contacto con la pelota y Scocco se mostró participativo. Pero todo resultó muy esporádico. Cristaldo peleó mucho y aportó poco. Compagnucci y Negri no acertaron en las proyecciones. Y Cacciabue y Sforza no incidieron en ofensiva.
Pese a las limitaciones para crear ocasiones de gol, Newell’s tuvo una chance clarísima. Banega tocó mal atrás, Scocco guapeó, se la llevó y cedió a Giani para que enfrente a Ibáñez. El delantero, que venía de hacer un gol a Estudiantes, la cruzó abajo y dio en el palo.
Restaba media hora para el final y Newell’s no volvió a acercarse. Así de inofensivo fue en Paraná. Como lo había sido en La Paternal, donde perdió sin hacer goles (0-1). El reverso de la moneda de cuando juega de local.
Cristaldo regresó pero no rindió
Jonatan Cristaldo cumplió la fecha de suspensión y Fernando Gamboa le devolvió la titularidad, dejando en el banco a Ramiro Sordo. Fue el único cambio con respecto al equipo que jugó frente a Estudiantes. Pero el regreso del delantero no fue el que se esperaba.
Jugó por izquierda y nunca consiguió desnivelar al lateral Geminiani. Forcejeó y peleó para conseguir la pelota, pero la tuvo muy poco. Y cuando la consiguió, no logró nada productivo.
El atacante es titular para el entrenador y un flojo partido no pone en duda que la próxima fecha, ante Platense, seguirá entre los once.