Newell's: "El clásico no fue determinante", aseguró Iván Gabrich

"El clásico con Central no fue determinante porque con Godoy Cruz el equipo dio una respuesta bárbara". La frase de Iván Gabrich, ayudante de campo de Berti, fue contundente al realizar un análisis de un Newell's que en las ocho últimas presentaciones no pudo ganar. Y lo primero que se observa es que después del partido con el canalla no regresó a la victoria. Pero el Tanque entregó más argumentos para avalar esta afirmación. "Vimos el video del partido muchas veces y siempre llegamos a la misma conclusión de que Newell's estaba más cerca del cuarto gol que del segundo", insistió.

Gabrich es la mano derecha del Loco. Uno de los hombres de confianza y consejero, por eso es voz autorizada para entregar un diagnóstico sobre el por qué de la escasa cosecha de puntos en la recta final del torneo. "El equipo tuvo un bajón, pero no después del clásico. Luego sí se cayó en eso de no po- der sostener un parti- do. Ese encuentro con los mendocinos era pa- ra ganar 4 o 5 a cero". Mucho se habló de la cuestión física por- que el plantel no pu- do llevar a cabo la pre- temporada y sólo se de- sarrolló un reacondicionamiento. "La mer- ma física en jugado- res que juegan mucho al toque es normal que incida en lo futbolístico. Hasta el pri- mer tiempo con Arsenal, tres fechas después de Central, se jugaba igual".

Muchos atribuyeron en las comparaciones entre el ciclo de Martino y el actual que Berti recibió una Ferrari. Al respecto, Gabrich aclaró: "Ñuls es un muy buen equipo, pero en el fútbol argentino no hay Ferrari, pero sí hay tres o cuatro Mercedes Benz. Vélez, Lanús tienen buen equipo. Boca también en individualidades. No es fácil como parece no sólo dirigirlo sino ganar. Tampoco es que siempre hay que ganar en la primera que te toca".

En lo numérico la campaña es indiscutible por haber superado la barrera de los treinta puntos sumados. Es cierto que en la mirada fina, donde Newell's tuvo muchas posibilidades de hacer historia con el segundo título en el año ahí aparece la angustia, desazón lógica por una chance desperdiciada. "Todos estábamos ilusionados con el bicampeonato, pero hacer 31 unidades con un equipo campeón no es fácil ni normal. Te queda un sabor amargo, pero la sensación de que el equipo dio todo y siempre mantuvo la línea de juego cuando las piernas no daban más", reflexionó.

"Lo físico —insistió— lleva a lootro. Hay muchachos grandes que están acostumbrados a jugar cosas importantes. No es excusa pe- ro se habló que todo esto podía su- ceder. Se habló en el arranque de que las piernas podían fallar. También hay que decir que no todos los equipos nos ganaron corriendo, sí que la parte física no hizo desarrollar el buen juego al que estábamos acostumbrados".