Hay resultados que no reflejan de manera cabal lo que ocurrió en el partido. Porque Newell's fue superior a Estudiantes. Pero no lo plasmó en el arco por impericia de sus delanteros. Por eso el empate puede parecer escaso, pero en estos casos responde a una carencia propia, que no es otra que la falta de atacantes que definan.
Newell's jugó como lo planificó. Lo hizo bien. Ordenado y articulado. Dinámico y preciso. Con posesión. Y cuando la perdió, presionó para recuperarla rápido. Entonces empujaba a Estudiantes. Y lo dominaba. Hasta ahí todo para destacar y nada para reprochar. Claro, el problema se hacía visible cuánto más se acercaba al arco de Mariano Andújar. Porque allí irrumpía en toda su dimensión el problema del equipo de Frank Kudelka: la ausencia de goleadores. La carencia de ese delantero que haga la diferencia. Que refleje en festejo la supremacía en el trámite.
No es casualidad que los goles rojinegros lleguen a través de la impronta de Lema en un centro, de algún toque distinguido de Maxi Rodríguez o de un zapatazo de Moreno como ocurrió ante San Lorenzo. Pero ni Albertengo ni Leal no cubren la cuota de contundencia necesaria para plasmar esa ventaja del juego en el resultado.
En ese contexto Estudiantes buscó algún resquicio, un golpe de suerte, como esos boxeadores apabullados que tratan de sacar un impacto para tratar de resolver el problema. Lo tuvo García en el primer tiempo pero lo tapó bárbaro Aguerre.
Pero fue sólo eso. Un atisbo de reacción mientras Newell's no se apartó de lo pensado. Y bien ejecutado. Pese a la falta de contundencia.
Es cierto que el árbitro Diego Abal también jugó su rol en esta paridad final, porque sus fallos y permisos fueron en detrimento de los rojinegros, más allá de la mano de García dentro de su área que Gabrielli reclamó penal y el juez se empecinó en explicar sus motivos por los cuales no lo cobró.
Y después Abal replicó en el final con Maxi Rodríguez, cuando cayó tras un cruce de González. Un penal mucho más claro que el del primer tiempo.
Desde el arranque Newell's comenzó con su partitura. Tratar de tener el balón y si se pierde pugnar por recuperarlo rápidamente. Presionando a Estudiantes para quitarles espacios e incomodarlo. Así en forma progresiva y con el transcurso de los minutos los rojinegros ejercieron el control del trámite, construyendo el avance y evitando que los pincharratas predominen.
Con la Gata Fernández marcado, Estudiantes buscaba por los costados, pero Newell's hacía bien los relevos y ponía a la visita siempre en posición defensiva.
Pero la jugada de mayor riesgo fue para la visita, ya que en una contra García quedó mano a mano con Aguerre, y el arquero de Newell's tapó un remate para evitar la caída de su valla.
Newell's fue por más, y en el final, Gabrielli disputa una pelota con García, quien cae y la pelota le pega en el brazo al jugador de Estudiantes dentro del área, pero Abal no lo consideró penal.
Ya en el complemento Newell's empezó con determinación, y así al minuto la tuvo Albertengo para definir, pero le pegó muy mal y la tiró afuera.
Después fue creciendo otra vez la figura de Bíttolo, como ocurrió ante San Lorenzo, y el lateral hizo una gran jugada apilando rivales hasta ser derribado sin que Abal sancionara infracción.
Kudelka trató de resolver la anemia en la definición sustituyendo a los dos delanteros.
Y después de completar los cambios, un imprevisto agregó el problema de la lesión de Gabrielli, quien siguió en cancha pese a una dolencia muscular.
El empate llegó como lógica consecuencia de un Newell's que no tuvo cómo definir, y un Estudiantes al que le fue cerrando la igualdad cuando el partido comenzó a discurrir.
Newell's: Aguerre; Gabrielli, Lema, Gentiletti y Bíttolo; Moreno, Julián Fernández y Formica (23' Rivero); Leal (78' Alexis Rodríguez), Albertengo (62' Palacios) y Maximiliano Rodríguez. DT: Frank Kudelka.
Estudiantes: Andújar; Sánchez, Schunke, Fuentes y L. Rodríguez; Estévez, Mascherano y G. Fernández (57' Retegui); A. González, Cauteraccio (81' Federico González) y G. García (68' Gómez). DT: Gabriel Milito.
Estadio: Coloso Marcelo Bielsa
Arbitro: Diego Abal.