
Lunes 07 de Septiembre de 2015
El tema principal por Newell’s pasa por el equipo, la falta de resultados y el salir de una situación más que incómoda. Pero había otra cuestión externa que también aparecía en el escenario rojinegro: el banderazo. Y no era algo menor. La gente pretende conservar una tradición instalada hace largos años, el de convocarse en el Coloso Marcelo Bielsa en la previa al clásico con Central con el fin de darles un empujón anímico a sus jugadores. Tan necesario por estas horas. Había una idea dando vueltas de que “se suspenda por razones de seguridad”, sostuvieron fuentes policiales que mantuvieron contacto con algunos directivos, aunque esto asomaba como un error porque los hinchas iban a juntarse como lo hacen siempre. Hasta que anoche, a las 22.35, a través de sus cuentas oficiales el club salió a confirmar la realización del banderazo. Y, algo lógico, sería con jugadores, salvo alguna determinación diferente a último momento.
¿Cuál era el temor inicial? Algunas voces consultadas por este diario indicaron que “al repudio generalizado hacia los directivos y, a la vez, para evitar que pueda producirse algún episodio que después haya que lamentar”. Atento a todo esto, el sábado hubo algunas charlas concernientes a este evento programado para el jueves y la determinación a adoptar. La primera idea que se tiró sobre la mesa “era cerrar el estadio”, algo que había quedado en estudio teniendo en cuenta que la gente quería convocarse de cualquier manera. Sea tanto en la cancha como en otro lugar. Si la convocatoria se concretaba en la vía pública se podía generar otro problema, quizás difícil de controlar.
Hubo charlas entre distintas partes involucradas con la vida de Newell’s y los encargados de la seguridad con el fin de llegar a una resolución. Lo más conveniente era la apertura de las puertas del Coloso para que se lleve adelante la tradicional fiesta leprosa en paz, como siempre se ejecutó. Demostrando pasión y poniéndole color al duelo más lindo de la ciudad, pero sin ningún tipo de incidentes. La premisa debe ser la de siempre: “vivir un clásico sin violencia”. Bajo esta consigna deberá desarrollarse la movilización para demostrar amor por los colores de un club y sin un partido de por medio.