¿Qué le pasa a Newell's? Nada distinto de lo que le ocurre en el fútbol argentino a un equipo que hace once partidos que no gana y encima, ya estando en la recta final del Apertura, todavía no logró cantar victoria en casa. El partido de ayer era favorable desde el trámite y las situaciones de peligro para los rojinegros, pero todo se derrumbó de un plumazo cuando Casteglione cabeceó en absoluta soledad y estampó el 1 a 0, que terminó siendo definitivo. El equipo de Cagna no se desordenó del todo desde lo táctico, pero se quebró de la cabeza y así terminó hecho un manojo de nervios ante un reloj que corría a paso cruel y un desenlace que otra vez se intuía de manos vacías y cabezas gachas. Justamente así fue el epílogo, con una mezcla de algunos aplausos y silbidos en la despedida de los jugadores de la cancha. Con un grupo de plateístas despotricando duro verbalmente contra la comisión directiva. Y una última escena, ya con el sol en retirada, con un plantel y cuerpo técnico demorando la salida en la zona del playón de estacionamiento. A esa altura, más de una hora después de terminado el encuentro, las especulaciones giraban en torno a lo que se debatía en un vestuario donde no faltaban dirigentes de primera línea. Al fin salió el DT y entregó algunos conceptos específicos del encuentro con los de Victoria y por sobre todas las cosas remarcó que se siente "fuerte para seguir adelante". No hay dudas de que ya todos reconocen que la malaria de resultados está instalada y no asoma como una tarea sencilla revertirla.