Los detalles y la experiencia terminan definiendo a los campeones en las grandes ligas. O al menos, si no es así, esos que llegan con mejor espalda tienen algo más de chances de ganar. Pero para crecer, e igualarlos algún día, hay que jugar con los mejores, lo máximo posible al más alto nivel. Y eso fue lo que hizo Náutico Avellaneda en su presentación en la Liga Argentina Femenina que disputó por primera vez en su historia y que inició en febrero. Este fin de semana, además, se dio el gran gusto de ser anfitrión de uno de los cuadrangulares que otorgaba dos plazas a cuartos de final y si bien no pudo quedarse con ninguna de ellas hizo la presentación en grande ante su gente, que colmó la capacidad permitida del Microestadio Velasco y vibró al ritmo de cada punto. Náutico llegó a la élite del vóley nacional y ahí quiere quedarse. Le tomó el gusto. Puso la piedra de base.
Entre rivales y números, de arranque, se sabía que el equipo de Arroyito no iba a tener una cruzada sencilla: cuatro clubes y sólo dos posibilidades de pasar hacia el camino de la definición. Pero además, uno de ellos, candidatazo absoluto para quedarse con el título, San Lorenzo, con figuras de selección nacional y que finalmente se llevó la zona. Náutico tenía en la escalera al sueño los pasos dispuestos en este orden: Mupol, Estudiantes y Las Matadoras de Boedo. Cumplió con los papeles en el primer duelo, el viernes, y se impuso 3 a 1 (25/17, 25/19, 25/27 y 25/20) con una formidable actuación de su figura, Priscila Bosio, ex selección nacional, quien marcó 22 puntos. Ese primer día de competencia volvieron a aparecer los carteles que se hacen presentes en cada cancha, con todos los equipos: el vóley femenino reclama la profesionalización.
El sábado era el día bisagra, porque Estudiantes representaba el partido “más parejo” en lo que tenía que afrontar y quizás en esa suerte se definía también la suerte de avanzar a cuartos de final. Y no pudo ser porque Náutico entró distraído, no estuvo fino en los detalles, se notó la necesidad de rodaje a este nivel y el encuentro se le fue muy rápido. El primer set se le escurrió como agua en la mano, el segundo lo dejó ir en esas mínimas diferencias y el tercero se le hizo demasiado cuesta arriba. Las de La Plata ganaron por 3 a 0 con segmentos de 25/18, 25/23 y 25/18.
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Ya este domingo, ante el más duro de la zona no le quedó otra que levantar la cabeza urgente y allí tal vez se explique (además de la motivación que implica enfrentar a los favoritos) que Náutico haya jugado en ese primer set ante San Lorenzo el mejor vóley de estos tres días. Se le fue, es cierto y las diferencias en los siguientes parciales se abultaron, pero ese primero fue una muestra de que la intensidad es posible, aunque el gran desafío es mantenerla el mayor tiempo posible.
Las Matadoras vencieron por 3 a o con parciales de 25/22, 25/11 y 25/11 apoyadas en la experiencia y enorme jerarquía de la ex capitana de Las Panteras, Emilce Sosa, dos veces mundialista, olímpica y figura del vóley internacional, que está volviendo al ruedo de a poco tras un año y medio sin jugar pero que tiene un sello distintivo. Junto a Mimi, Las Panteras Daniela Bulaich y Anahí Tosi, el orgullo de Romang, Santa Fe, son determinantes en un equipo muy bien armado del que también es parte la rosarina Irene Verasio.
Con la derrota ante San Lorenzo, Náutico se despidió de la Liga Argentina Femenina en el que hizo su primera participación, pero lo que se vio en este cuadrangular es una señal de lo que se viene. A diferencia de lo que ocurre con “los grandes” de la liga, con presupuestos ostentosos que hacen posible la contratación de jugadoras de otros clubes, incluso de mucho renombre, el de Náutico es un proyecto íntegramente de la casa, con casi todas jugadoras del club (dos de las chicas llegaron como refuerzos desde GER) que además quedó de manifiesto en ese clima familiar que se sintió salir de las tribunas y al final de cada encuentro.
Decenas y decenas de (especialmente) nenas lucieron desaforadas los tres días en el punto a punto de ese equipo que representaban sus ídolas, las chicas de la primera que cruzan y admiran cada día en los pasillos del club. Las vuvuzelas no dieron abasto. Bien de cerca, cada una de las voleibolistas tuvo a sus familias, amigos y parejas. La posibilidad que otorga la autorización provincial de ingreso de público a los estadios de eventos de deporte amateur (100 espectadores, aunque parecieron bastante más), pintó un marco de calidez y adrenalina super motivadora en el medio de una pandemia por el Covid-19 que no da tregua y que el año pasado ni siquiera permitió competir y muy poco tocar la pelota.
De hecho, la secretaria de Deportes de Santa Fe, Claudia Giaccone presenció el partido del viernes y se mostró muy contenta ante la posibilidad de que la gente vuelva a ver espectáculos deportivos, aún a sabiendas de que el virus y la cercanía del invierno no hace otra cosa que traer incertidumbre en el horizonte cercano. Igual, la prioridad es no volver a parar la práctica del deporte.
Concretada la caída ante San Lorenzo, que significó a la vez la despedida en esta liga debut de Náutico, varias jugadoras locales dejaron ver cómo se les caían las lágrimas. Las mínimas respondieron a la impotencia de haber tenido pocas chances en el partido y la mayoría se debieron al orgullo del momento, entremezcladas con risas. Si se tiene en cuenta que de este plantel sólo las hermanas Priscila y Estefanía Bosio tenían experiencia en ligas nacionales, no se puede menos que sacar la conclusión que lo que acaba de suceder fue una piedra basal.
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Después que cada jugadora terminó de elongar, de sacarse fotos, de reirse o hacer notas con los medios, ya con los bolsos al hombro y las mochilas puestas, Matías Di Fulvio, el DT, las convocó al centro de la cancha y junto a su equipo de trabajo hablaron largos minutos. En cuanto se desarmó la ronda, otra vez apareció la emoción. Sólo ellos saben lo que sucedió en ese abrazo colectivo en el que seguramente el sentido de pertenencia fue el denominador común.
“Y bueno, se viene otro desafío lindo”, soltó una de las chicas.
Hubo risas. Más. Es que sí, es que la idea es que en 2021 Náutico vuelva a decir presente en la élite del vóley. Le tomó el gusto. Y le gustó.
El plantel
Los y las protagonistas de esta liga histórica de Náutico fueron: Priscila Bosio, Sofía Bersani, Valentina Lingua, Sofía Calderón, Constanza Volpato, Gracia Núñez, Lorena Crosetti, Irina Tineo, Sofía Buffarini, Estefanía Bosio, Lucía Fernández (C), Delfna Trovato, Macarena Parenti, Martina Constantini, Juliana De Paul, Fátima Buralli, Martina Franco y Chiara Consolati. Cuerpo técnico: Matías Di Fulvio (Entrenador), Alejandro Fernández (Asistente 1), Roberto Arias (Asistente 2), Carlos Trovato (PF), Guido Bianchi (Estadística), Sofía Theiler (Kinesióloga), Adrián Villarreal (Manager) y Gabriela de los Ríos (Pta de delegación).
Clasificados a cuartos de final
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Francisco Guillén
Concluidos los cuatro cuadrangulares que compusieron la segunda instancia de la Liga Femenina Argentina (la primera, de reubicación de jugó en febrero en Buenos Aires), los cuartos de final quedaron conformados de esta manera: San Lorenzo v. Banco de La Plata; Boca v. Vélez; Gimnasia de la Plata v. Estudiantes de La Plata; River v. Atenas. Desde el 22 de marzo y el 30 (dos burbujas) se disputarán estos cruces, buscando semifinales, en las canchas de San Lorenzo y de Boca, los dos grandes favoritos al título.