Después de atravesar un camino sin demasiados sobresaltos, el número uno del mundo se encontraba con el primer top ten en Melbourne, un rival de particular peligro en canchas rápidas.
Después de atravesar un camino sin demasiados sobresaltos, el número uno del mundo se encontraba con el primer top ten en Melbourne, un rival de particular peligro en canchas rápidas.
Será, curiosamente, el primer adversario dentro de los 25 mejores del mundo que Nadal encuentra en un Grand Slam desde la final de Roland Garros que ganó el año pasado ante Stan Wawrinka. El suizo ocupaba entonces el tercer puesto del ránking.
Desde entonces, la fortuna sonrió al actual líder del escalafón, que ganó el abierto de Estados Unidos sin tener que medirse a ningún rival de los primeros puestos de la clasificación. Su mayor peligro fue el argentino Juan Martín Del Potro, entonces número 28 del escalafón. En Wimbledon, el duelo más complejo fue ante el luxemburgués Gilles Muller (26), que lo eliminó en octavos de final.
"Será un partido duro. No puedo esperar otra cosa en unos cuartos de Grand Slam. Nos conocemos con Marin, ya hemos jugado algunas veces y sé que voy a tener que jugar mi mejor tenis", vaticinó Nadal antes del encuentro.
Al cierre de esta edición, en el Rod Laver Arena, la belga Elise Mertens enfrentaba a la ucraniana Elina Svitolina en la apertura de los cuartos de final y a continuación jugaban el búlgaro Grigor Dimitrov con el británico Kyle Edmund. Tras el partido entre Nadal y Cilic, la española Carla Suárez Navarro jugaba con la danesa Caroline Wozniacki.
Mañana se completará el cuadro de cuartos de final.