Termas de Río Hondo luce diferente. Está vestida de gala para recibir la glamorosa y selecta comitiva del MotoGP. Desde 2014 viene dejando una huella indeleble en esta ciudad (en 2020 y 2021 no se corrió por la pandemia). El turismo explota literalmente en estas latitudes. Sea en la versión nacional como extranjera. Pero no todo hace eje en la competencia de motos más importante del planeta. Fuera del moderno autódromo internacional se corre otra carrera. Los protagonistas son los vecinos. Los verdaderos anfitriones. Esos mismos que tratan de ganarse el pan de cada día. Aunque cuando llega el gran circo se preparan para hacer la diferencia desde lo económico. Las mesas sobre las veredas o en terrenos al aire libre ofician de tentadores paradores para los visitantes, quienes no tienen empacho en degustar un cabrito o asado en un lugar improvisado. A ese combo hay que sumarle que muchos ofrecen los productos regionales o mercadería de todo tipo al paso. El objetivo es uno: obtener un ingreso monetario extra.