Lo hizo de nuevo. Como en 2014 y 2016. Ni hablar de las cinco poles que acopió en las seis ediciones que lleva esta cita. Termas de Río Hondo se erigió en un bálsamo de regocijo para Marc Márquez. Ayer ganó el Gran Premio Argentino, válido por la segunda fecha del MotoGP, destilando talento puro. Y sacándole una luz de ventaja a los escoltas Valentino Rossi (Yamaha) y Andrea Dovizioso (Ducati).
Una vez que bajó del podio bañado en champán, el nuevo líder del certamen habló desde el corazón. Cuando Ovación lo consultó sobre Messi, ya que es catalán y tiene como ídolo al rosarino que capitanea y la rompe en Barcelona, el actual campeón fue determinante. "A Leo lo tengo en un pedestal. Es increíble lo que hace. Hay que disfrutarlo", respondió. "No tiene que demostrar más nada", graficó.
La carrera en sí fue aburrida. Márquez se cortó solo e hizo rancho aparte siempre. Estaba en otra sintonía. En otra galaxia en realidad. Hizo todo tan relajado que celebró bailando arriba y debajo de la Honda haciendo los movimientos del hilo dental del popular juego Fornite.
En tanto, Valentino Rossi llegó segundo y acumuló el cuarto podio en seis presencias en Termas. El italiano, que deleitó en todo momento al grueso de los fans, es el piloto que más veces subió al podio en esta pista.
Luego arribaron Andrea Dovizioso (Ducati), Jack Miller (Ducati), Alex Rins (Suzuki), Danilo Petrucci (Ducati), Takaaki Nakagami (Honda), Fabio Quartararo (Yamaha) y los hermanos Aleix y Pol Espargaró con Aprilia y KTM, respectivamente. Jorge Lorenzo fue 12º. El español aún no rinde en Honda. Pero lo más destacado de ayer es que Márquez habló de Messi con Ovación de nuevo. Primero lo hizo la tardecita del sábado. Cuando escuchó la palabra Rosario, la tierra de Messi, Marc frenó sin dudar y ofreció una sincera sonrisa. "Es una pena que aquí (por Argentina) critiquen bastante a Leo. Lo han maltratado. Es para valorar lo que significa", expresó mientras movía la cabeza hacia los laterales.
"En el fútbol, para destacarse, se necesita de un equipo porque uno solo no puede hacer el trabajo de once. Pero Messi no tiene que demostrar nada más. Es uno de los mejores de la historia. Hay que disfrutarlo porque de estos salen pocos", le respondió ayer un distendido y predispuesto Márquez al enviado de este diario.
Sobre cómo ve el maltrato que re- cibe Leo por parte de un sector de la sociedad argentina, no dudó en afirmar: "Yo lo disfruto mucho. En los partidos, cuando lo sacan ya no es lo mismo. Es de otra galaxia".
"¿Si hoy (ayer) fui Messi? Intenté, pero serlo es de otro nivel y por eso ni me comparo. Además es uno de mis ídolos", cerró el vencedor de ayer en esta ciudad termal. En dos semanas el MotoGP se presentará en Estados Unidos antes de cruzar el océano para abrir la temporada europea. Y Austin es un recinto donde Márquez no dejó jamás dudas de la autoridad y la paternidad que tiene sobre el resto de la tropa, ya que hizo las últimas seis poles y ganó las últimas seis finales. Sin dudas, y al igual que a Messi, tampoco hay que discutirlo más.