Messi se enojó ayer con el defensor de la Roma Yanga-Mbiwa: lo insultó, le tiró un cabezazo y lo tomó del cuello. Y el árbitro del amistoso, que Barcelona ganó 3 a 0 (con un gol de Leo), sólo le sacó amarilla al mejor del mundo.
Messi se enojó ayer con el defensor de la Roma Yanga-Mbiwa: lo insultó, le tiró un cabezazo y lo tomó del cuello. Y el árbitro del amistoso, que Barcelona ganó 3 a 0 (con un gol de Leo), sólo le sacó amarilla al mejor del mundo.
El astro rosarino Messi reaccionó contra el futbolista tras un pique en el primer tiempo, durante la disputa de la Copa Joan Gamper. El argentino se enojó con el jugador de Roma y reaccionó de la peor manera, algo que es poco habitual en él ante la provocación del defensor centroafricano, y tras recibir un frentazo agredió de la misma forma a su rival para luego tomarlo por el cuello mientras era separado por su compañero uruguayo Luis Suárez.
Según el diario local Mundo Deportivo “ Neymar le había enviado un pase en profundidad al argentino, que se encontraba en posición antirreglamentaria. El árbitro señaló fuera de juego, pero Lío decidió acabar la jugada y al regresar Mapou le recriminó que no hubiera parado el juego”. Minutos antes Mapou, de 26 años, había sufrido un túnel de Messi en jugada ofensiva.
La polémica acción finalizó con una penalidad salomónica del árbitro del partido (tarjeta amarilla) para los dos protagonistas. Con los ánimos más calmados, el 10 rosarino ideó el primer gol y marcó el segundo para sellar la victoria de su equipo por 3 a 0 y levantar el trofeo que organiza anualmente el club Barcelona desde 1966, en el que sólo tres equipos argentinos disputaron una final (Chacarita Juniors en 1971 / San Lorenzo en 1995 / y Boca Juniors en 2003 ) con los respectivos triunfos del conjunto catalán.