Madrid.- Una actuación para consolidar el camino hacia la leyenda y una goleada
para recuperar el éxito como costumbre: Lionel Messi anotó tres goles y se robó el protagonismo en
la victoria de hoy del Barcelona sobre el Tenerife por 5-0, en la Liga española de fútbol.
El rosarino, que había tenido una tarea discreta en la derrota del martes por 2-1 contra el
Sevilla en la Copa del Rey, expuso lo mejor de su repertorio para devolver al Barcelona a la cima
estadística y futbolística de la liga.
Messi, el mismo que había disfrutado de algunos días más de vacaciones que sus compañeros,
acentuó su rol protagónico dentro de un Barcelona que había comenzado el 2010 con una ya atípica
falta de victorias.
El hombre, que el año pasado se consagró en lo colectivo en los famosos seis títulos del
Barcelona y que alimentó su palmarés personal con la coronación del Balón de Oro y del FIFA World
Player, corrigió el camino del equipo en un duelo que se había presentado de difícil
resolución.
Messi abrió la cuenta contra el Tenerife al concretar de zurda una gran asistencia de Bojan
Krkic. Incluso, antes de llegar al descanso, se encargaría de concretar el tercer gol de su equipo,
al definir con el arco vacío.
Sin embargo, el gran lujo que se llevó a cabo en el estadio Heliodoro Rodríguez López ocurrió
cuando promediaba el complemento: Messi recibió el balón en la puerta del área rival y sacó a
relucir su inagotable capacidad técnica, para definir por encima del cuerpo del arquero Sergio
Aragoneses.
“Me puso muy feliz haber ganado y haber convertido los tres goles”, reconoció luego
La Pulga, quien también agradeció a la hinchada de Tenerife por la ovación recibida por parte del
público rival, después de anotar su último gol de la noche.
De tal manera, Messi se convirtió en uno de los grandes responsables de la recuperación
culé, después del empate contra el Villarreal y la derrota en casa contra el Sevilla.
Sus doce goles en la liga y su condición de máximo anotador del torneo, junto a David Villa del
Valencia, sirvieron para justificar su capacidad de resolución de jugadas ofensivas tanto como la
de generación de las mismas.
“Ha sido muy lindo el partido de hoy. Es importante disfrutar en el campo y hoy lo hemos
hecho”, aseguró el propio jugador argentino.
El placer por el fútbol parece ser el motor del éxito de Messi, ese mismo placer que el propio
Guardiola se encarga de cuidar cada semana y ese mismo placer que se vuelve recíproco con los
simpatizantes del Barcelona, cada vez que el argentino brilla en un campo.
(DPA)