Aparece cuando más se lo necesita. Es el superhéroe de Barcelona. Del fútbol mundial en realidad. Lionel Messi lo hizo de nuevo. El azulgrana no pisaba firme ante los ojos de casi cien mil almas que coparon el Camp Nou. Liverpool era una real amenaza. Pero el rosarino se transformó en un demonio y en un flash sentenció virtualmente la serie. El crack hizo ayer dos goles no sólo para rubricar el 3 a 0 (el otro lo facturó Luis Suárez) ante la escuadra inglesa, por el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones, sino además llegó a las 600 conquistas con la casaca culé. La Pulga ya es como una especie de museo humano itinerante que sigue enloqueciendo al universo con sus grandes obras maestras, ya sea en España o en el resto del mundo.
Pensar que facturó su primer gol oficial ante Albacete, por la 34ª jornada del campeonato de Liga, justo un 1º de mayo. Eso fue en 2005. En ese entonces era un desconocido para muchos. Era un bebé prácticamente. Una pulga. Tenía 17 años, 10 meses y siete días de edad. Esa tarde los futboleros de todas las latitudes comenzaron a escuchar con más frecuencia su apellido y a saber más de ese pibito que se fue de Rosario para convertirse en primera instancia en el jugador más joven en marcar un gol en la Liga para Barcelona.
La historia se repitió ayer. Otro 1º de mayo. La noche catalana cayó nuevamente rendida a sus pies. Leo salvó la ropa azulgrana por enésima vez. La patriada era grande. Era jornada de Liga de Campeones. El rival era Liverpool, acaso uno de los equipos más ofensivos y que más variantes tácticas emplea en cada presentación del otro lado del océano Atlántico.
Los Reds pintaban para quedarse con la primera contienda de la semifinal. Habían arrancado siendo superiores ante un culé que no entraba en sintonía. Pero las dudas de fueron despejando lentamente. A los 26 minutos llegó ese bálsamo de tranquilidad que necesitaba el azulgrana cuando Luis Suárez quebró su maleficio interno tras poco más de un año en este certamen y abrió el marcador. Lo hizo justo contra su exequipo.
La pelota seguía un rato para cada lado. Los ingleses generaron varias situaciones pero no podían dar la estocada letal. Estaban en desventaja pero luchaban como gladiadores para revertir la situación. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos quedaron tendidos y rendidos sobre el césped del Camp Nou. Porque Leo despertó de su letargo y dejó sentado que en su templo manda él. Messi marcó a los 75' el 2 a 0 ante la sorpresa de propios y extraños.
Pero a la noche europea le faltaba una perla más. Una joyita que quedará eternamente enmarcada en las paredes del Viejo Continente. A los 82' llegó el tercero de Barsa y el segundo del rosarino que fue muy especial. No sólo por el golazo de tiro libre sino porque llegó a los 600 goles con la casaca culé en 683 presentaciones que se reparten: Liga (417), Copa del Rey (50), Liga de Campeones (112), Supercopa de España (13), Supercopa de Europa (3) y Mundial de Clubes (5). Un nuevo récord. Como lo son también el de máximo goleador de los catalanes, máximo goleador La Liga y el jugador con más títulos del club. Justo 14 años después de haber anotado su primer gol.
Las estadísticas marcan que el triunfo ante Liverpool acercó mucho al Barsa a la final del Wanda Metropolitano en Madrid. El próximo martes deberá presentarse en Inglaterra y ratificar lo que hizo en España de la mano del rey Messi.
Tottenham quedó mal
Tottenham se vio sorprendido en su moderno estadio y terminó perdiendo ante Ajax, por el partido de ida de una de las semifinales de la Liga de Campeones. El equipo del ex Newell's Mauricio Pochettino tendrá que hacerse fuerte en Holanda el próximo miércoles si desea pasar a la gran final. El único gol del encuentro disputado el martes pasado fue marcado a los 15' por Donny van de Beek (foto).